El martes 11 de enero, y tras otra jornada
movidita con el tema de la radio, en la que se palpó sobre todo el malestar de
la gente en la calle, las emisoras –al menos la Cadena Ser, que es la que he
podío sintonizar, es que mi transistor no da pa más- enseñando ya las uñas
contra el Patronato y la gestión de la alcaldesa, y el Ayuntamiento
defendiéndose a base de comunicados urgentes y publicidad institucional de la
que le gusta practicar. En fin, con todo ese ajetreo en las carnes, se presentó
una interesante segunda sesión de Clasificatoria del Concurso Oficial de
Agrupaciones Carnavalescas. Y entre una cosa y otra y después de saludar al
guarda de seguridad –educación ante todo-, se abren el telón y aparece en
penumbra un peaso de coro, “Los siete” de Rafael Pastrana y Kiko Zamora. Y a
disfrutar toca.
“LOS SIETE”, PECADO DE LOS BUENOS
Embelesados
e intentando descubrir el tipo, de pecadores, eso está claro, entre rezos
señalan eso de “libranos del Patronato, Amén”. Siete condenas tienen por Cádi.
Qué fuerza cantando, dejan con los ojos abiertos como platos estos pecadores que
le dedican a Antonio Martín y a su regreso el primer tango. El segundo es una
crítica al actual concejal de Fiestas por no mojarse en la polémica de este año
como sí lo hacían otros concejales anteriores. Se ve que no le tienen mushas
simpatías al Patronato. Los cuplés enchampelaos con un estribillo magistral, les
bastan siete días, lo que durá el Carnaval “pa volverte a enamorar”. El primer
cuplé sobre los adelantos de las operaciones de estética, que ya quitan los
cuernos con rayos láser; para en el segundo irse a la carpa y si se lían con
alguna señorita, y les ponen los cuernos a las parientas, no hay problemas, que
se curan con los rayos láser aquellos. Bueno bueno. “Siete pecados tiene Cádiz”,
es el arranque de un popurrí sin desperdicio, con contenido del bueno, del que
duele, y con pullitas para todos: ira, soberbia, gula –que se lo digan a la
chirigota de Manolito Santander, por lo de que es una agrupación gastronómica,
no por otra cosa-, avaricia –qué buena cuarteta-, envidia “siempre por febrero,
que quizá esté en la barra , en la prensa, en el gallinero…, el que anda
pregonando cuna de las libertades y él no tiene libertad”. Qué manera de rematar
la faena. Esta vez sí entonaron el popurrí. Y se agradece.
“ESPERATE UN RATITO QUE AHORA SUBE”, ESPERA EN
BALDE
La
cancioncilla de “Baila morena” presenta a la chirigota ¿mixta? de Málaga
“Espérate un ratito que ahora subo”, con la presentación del puticlub a ritmo de
“antes muerta que sin pisha”. Ojú, esto promete. Pa empezar los pasodobles, le
piden permiso y perdón a las prostitutas, y acaban tratando el tema de los malos
tratos. El Jurado, el oficial, me da a mí que está pensando en los Lunnis,
tienen cara de eso. En el segundo pasodoble recuerdan el miedo que sintieron el
día de los atentados del 11-M, mientras el Gobierno sólo pensaba en los votos.
Ni frío ni calor. El segurata me dice que se comería ahora una patita de
cangrejo. “No veas la de abajo, pishita mía, como se pone”, les respondo yo
repitiendo el estribillo de la fracasada chirigota. Creo que a medida que baja
el telón se nota más el cabreo de estos malagueños con el helado respetable.
“EL PEAJE”, ABIERTO PARA QUE PASE UNA GRATA
COMPARSA
Y
para seguir con la puntilla, la comparsa de la “hermana” ciudad de Sevilla “El
Peaje”, con un nombre, y viendo su procedencia, pues interesante. Vamos a ver.
Vienen de monjes, se quitan la sotana y sorpresa, van como de angelitos y
demonios, o sea, de contrastes, blancos y negros, el maniqueísmo fácil que
impone la sociedad. Sin prejuicios, cantan bien estos chavales, y traen una
letra que se puede escuchar y con mensajes, eludiendo la poesía cuando tienen la
oportunidad de hablar claro. Y bien que lo hacen. En el segundo, con el tema de
los atentados de Madrid le dan bien fuertecito a los políticos. “No le tengo
miedo a la muerte, tengo miedo de perderte porque aquí estoy en la gloria”, es
parte del estribillo y los aplausos suben de nivel, de unos cuplés pobres. Mu
bien. O como ellos dicen, “buenos o malos dependiendo de quien los mire”. Qué
verdad, y qué trite, ¿no?. “Abierto queda el peaje”, para acabar, lo que no
hacen los politiquillos lo hacen estos mi arma en el popurrí. Grata sorpresa.
“OJÚ… QUÉ SUEÑO”, INTERPRETACIÓN EN ESTADO PURO
Y
de película llega el cuarteto de Algeciras “Ojú… qué sueño”. Con doblaje
incluido a “El Mago de Oz”, y entre huracán y huracán, “adiós Zubiela”. El
espantapájaros, hecho de paja, “otro niño probeta”. Y el hombre “de chapa”. Y
como no Dorothi Gay, con Totó “peludo y andando”, y el león con los sones de “El
Rey León”. Uff, en los cuplés bajan musho. Ellos buscan al Mago de Oz y “media
España buscando el punto G”. Si ellos lo dicen. Tienen al patio de butacas a
favor. En el estilo libre lo vuelven a bordar con otra parodia, con música, como
a estos algecireños les gusta. Y de nuevo el chiste “antes muerta que sin
silla”. La interpretación es lo suyo, y el tipo, muy conseguido. Miro al
segurata, y con esos ojittos me está queriendo decir que anda los que piensan
que el cuarteto está muerto. Ya van dos y los dos muy buenos, como los pettisui.
Ah, que como buenos cuarteteros no se han olvidado del homenaje a los
cuarteteros que ya no están.
“LOS AMANTES”, NO SE COMEN NÁ
Le
toca el turno a Chiclana y a su comparsa “Los Amantes”, de José Aragón en la
autoría de la letra y Julio Higinio en la música. Se presentan con un tipo del
siglo XVI o XVII, algo asín, y con ganas de amar, corazón de melón. Aunque creo
que el patio de butaca no está faltito de cariño, y sí de un cubatita, y si
preguntáis por ellos, están en el ambigú. En el primer pasodoble se enorgullecen
por cantar el mismo día que Antonio Martín, y en el segundo establecen una
especie de trío, entre una mujer y dos hombres, un amigo que le roba la novia al
otro y ya tenemos historia. Cosa de cuernos. Y los cuernos se curan ahora “con
rayos láser”. Los cuplés, de comparsa o un poquillo peor. Y por momentos es más
notable el barullo que viene del bar que el del escenario, yo soy estos
chiquillos y me quejaba. Ahora que me fijo en el segurata, está escuchando la
radio, qué paradoja, ¿no? Y a ellos naide les tacha de colaos. En fin, mejoran
al final del popurrí, y adivinen cuál es la última palabra que pronuncian… un,
dos, tres… “corazones”. Vámonos a comer.
“LOS ALÉRGICOS AL POLVO”, TRIUNFO DE LA TERCERA
JUVENTUD
Con
el shanwi virtual en el gaznate, se presenta la chirigota de Cádiz “Los
alérgicos al polvo” de Juan Rivero y José Castejón. Mayordomos que querían ser
marqueses. Edad media: elevada, pero es que los años a este grupo “les sobra”.
Pasodoble dedicado a todos los gaditanos, y qué culpita tendrán ellos “si este
viejo corazón sigue estando enamorao”. El Falla a sus pies. En el segundo alaban
a la pareja de gaditanos homosexuales que ganó una casa en la tele, y a sus
atributos. El estribillo de los cuplés, de lo mejón seguro este año, y es que
musho quitá polvo, quitá polvo y no echan uno desde que el Cádiz estaba en
Primera: “sube pisha, sube”. Desde le gallinero les gritan: “este año echáis el
polvo”, y no veas lo contento que se ha puesto Antonio Muñoz, y el segurata, es
que tiene una acción del Cádiz. Los cuplés en si mismo, simpaticotes. El
popurrí, con polvo por todas sus esquinas, y “no vea el polvo que tiene tu
hermana”. No se van a llevar el primer premio, pero se llevan una ovación de las
que no se olvidan. Por mi parte un 11, y todos los respetos, porque sacar una
chirigota como ésta, tiene mérito.
“EL REVUELO (LOS VIEJOS COPLEROS NUNCA MUERE)”,
ANTONIO MARTÍN, VUELVE
Y
el ambiente caldeaíllo, que vuelve Antoñito Martín, y el palco municipal, un
poco vacío. Es que mañana hay que currar, que me lo digan a mí. Silencio, que
ataca “el Caña”, haciéndose de rogar. Que avisa que se va a poné en huelga de
hambre hasta que no vuelva la Cadena Ser. Ahí queda eso. “El carnaval como el
vino tiene en la mezcla su esencia”, para abrir boca y como tarjeta de
presentación del regreso esperado de este autor. “Hoy aquí vuelvo envejecío, se
me olvidó que ya ná es igual… que los que ahora cantan son mis hijos… se me
olvido que me olvidé, pero a mi Cádi no se me olvida”. Muy buena la
presentación, sí. Overbooking en todas los rincones del Teatro. El primer
pasodoble es un consejillo de los de poner los pelos de punta: “Escúchame
chaval”, a quién le recuerdan que triunfar en el Carnaval significa hacerlo en
Cádiz, no fuera. La segunda letra de los pasodobles, la defensa de astilleros
con un repasito por la situación de la ciudad, para concluir que “un gobierno y
otro… Astilleros siguen siendo Cádiz tu pena, Cádiz tu pena”. “No me formes el
revuelo… que por más que a mi me digan… yo hago con mi vida lo que quiero”,
peaso de estribillo, con reminiscencias a la comparsa de El Puerto, puede ser?.
“En Cái se forma el revuelo en cuanto llega febrero”, sentencian en un popurrí,
en el que a veces pierde uno el hilo, y vuelve a retomarlo, y gusta, pero… digan
lo que digan, si hay que elegir a un Antonio, yo me quedo con Martínez Ares. Qué
tiempos aquellos. Ya naide se acuerda del autor de “Los Miserables”, que injusta
es la vida. ¿Se imaginan lo que puede liarse cuándo regrese a las tablas la
comparsa del Ares? A soñar… y a esperar. En fin, “los viejos copleros nunca
mueren en la vía”, dice la comparsa de Martín, con el celebre Catalán en escena,
que tuvo unos momentos de apuro en plena actuación cuando se le caía de la nariz
eso que se llama en mi tierra mocos. En definitiva, un buen regreso y punto, no
gran regreso.
“CUMPLEAÑOS INFELIZ SA. PAYASOS A DOMICILIO”, LA
RISA DE OTRA MANERA
“Cómo
estáis ustedes?”. Payasos bastantes deprimentes a los que no les sale ná es el
tipo de la chirigota de José Antonio Vera Luque, “Cumpleaños Infeliz SA, Payasos
a domicilio”. Y no paran de fumar. “Las veces que hice el payaso por una mujer…
y terminé arrepentío”, es la temática del primer pasodoble genial, porque esa
mujer después se ha reído de ellos, pero si aparece la “que borre del
diccionario la palabra soledad”, volverían a hacer el payaso por ella, aunque
volvieran a arrepentirse. Ya dicen por ahí que el hombre es el único animal que
trompieza dos veces con la misma piera. Y qué bueno el segundo pasodoble, qué
bueno, hacen un repasito a la trayectoria del mejón jugador de la historia del
fútbol, y lamentan que la Escuela de Fútbol Base de Cádiz en vez de tener su
nombre tenga el de un jugador inglés, y no el de Mágico González. El que lo
coja, pa él, o sea, todos los que no caímos en la cuenta antes. Con el regreso
de tantos viejos esto ya no es un Concurso “es el programa de Juan y Medio”,
según uno de los cuplés. A estos payasos no muy felices les gusta “los
malabares, las mujeres malas y los buenos bares”, pegadizo estribillo. “Hagan
como Ana Botella y pongan en su vida un payaso”, el popurrí, sin llegar a ser un
peaso de popurrí, es ingenioso, y constante en los puntos. No sé, está mu
moderaita, mu tranquilita. Muy aceptable.
“LOS HIJOS DE LA TIERRA”, VOCES, MÚSICA Y RITMO
AFROAMERICANO
“Otro
día comienza con el sueño de romper las cadenas de mi eterno silencio… bajo el
sol”. Se presentan “Los hijos de la Tierra”, la comparsa de Luis Manuel Rivero
Ramos, los “Gaditanos” del año pasao, con el tipo de negritos esclavos del
colacao. Canto de humildad es el primer pasodoble, “para ser un buen poeta”,
pero él –Rivero- reconoce que aún le queda mucho para ser un poeta, pese a lo
que puedan pensar ya muchos. Otros no, pero eso es la envidia. “Basta ya de
hipocresía…” y de incoherencias en las letras, “los que le echan la culpa a la
Iglesia y cargan en Semana Santa” por ejemplo, que lo único que buscan en el
Falla es un buen aplauso, es la cosilla fundamental del segunda pasodoble.
Ritmos afroamericanos a mitad de los pasodobles. El primer cuplé, a la
coincidencia de que los dos “catalanes” hijo y padre, cantaran en esta misma
sesión, en la comparsa de Martín y ahora. El segundo, a los metrosexuales, y
ellos como son negros, pues el metro por ahí lo llevan. “No hay nada mas grande
que ser un hijo de la tierra… si Cái es mi mare”, ole ese estribillo. Canta como
los negros realmente. Y se lucen vocalmente y musicalmente. Solo tienen
“libertad al cantar”, y ná más que les gusta cantar, y cantar. Pos pa ellos. No
sé, la sensación que dejan es que si cerramos los ojos, a parte de quedarnos
dormidos, y nos olvidamos de que estamos “colaos” en el Falla, cerca de las dos
de la madrugada y pasando frío, decimos que lo que acabamos de escuchar no es
una comparsa comparsa, no sé, suena a otra cosa.
“LOS METROSESUÁ”, CON PELO O SIN PELO, NO ERA EL
DÍA NI LA HORA
El
segurata está hoy mu callao, porque está dormío, pero que no se entere el jefe.
Para cerrar el Teatro le ha tocao, pobres de ellos, a otra agrupación de
Chiclana, “Los metrosesua”, con su estilo chiclanero –este comentario lo pongo
yo que el Alcina no se atreve-. En el patio de butacas quedan los familiares más
directos, los de sangre. Los chirigoteros piden que les dejen disfrutar de su
actuación y que al menos van a conseguir que el respetable se ponga de pie, pa
coger el camino de la cama. Digo yo que pa disfrutar, nos vamos al zoo, o nos
compramos un yo-yo. Lo que no me aclaro es por qué estos Bekam tienen los pelos
pintao de colores. Humor un tanto desfasao. Y claro “y antes muertos que
sencillos”, y musha alusión a todo lo que gira por la entrepierna. Obsesión. El
segurata me dice que tiene obsesión por una camita, y yo, y yo. Las 2 y 15. Se
acabó. |