Somos un periódico/diario ni local ni provincial, comarcal; profesional e independiente, muy consolidado, fundado hace casi dos décadas. Y no, no nos gusta demasiado el apelativo de ‘digital’ porque no hay más: damos información (formación y entretenimiento), el soporte es lo de menos. Pese a nuestras reticencias, muchos en el mundillo nos consideran el decano de la ‘prensa digital’ en nuestro territorio.
Nuestra profesionalidad la respalda el Registro Oficial de Medios Digitales de Andalucía (ROMDA Nº: OLDVVHKG21); de hecho, fuimos de los primeros proyectos comunicativos exclusivamente en internet, de toda la comunidad autónoma, en obtener este ‘sello’ promovido desde 2018 por el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía como distintivo de calidad y credibilidad ante la ciudadanía, administraciones, empresas y potenciales anunciantes. Igualmente, estamos avalados e incluidos en las Agendas de la Comunicación del Ministerio de la Presidencia, de la consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía y de la Asociación de la Prensa de Cádiz.
Y somos (muy) independientes (laicos y plurales, no escondemos nuestra línea contrahegemónica, progresista -y antifascista- y nuestro compromiso social): no pertenecemos ni al Grupo Joly (Diario de Cádiz), ni a Vocento (La Voz), ni a Publicaciones del Sur (Viva Cádiz), los tres principales grupos comunicativos en nuestro ámbito de cobertura. Tampoco somos un medio propiedad ni controlado por alguno de los siete ayuntamientos de la Bahía, ni de la Diputación, ni de la Mancomunidad, como tampoco pertenecemos (ni estamos sometidos) a ningún partido político, empresa privada, ni colectivo o asociación.
Dani Rodway es el fundador de este proyecto, y también su director y redactor jefe. Un catalán frustrado con orígenes británicos lejanos hecho en Cádiz, de la generación del 79; cuasifilólogo coyuntural por la Universidad de Cádiz, periodista por empecinamiento por la Universidad de Sevilla (colegiado número 843 del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía) y empresario a lo justo.
Colaboran con/en DIARIO Bahía de Cádiz: Eulogio García Romero (Fotografía), Fermín Aparicio, Vicente Marrufo, Francisco Mesa, Manuel Santamaría Barrios, José Manuel Puyana, Ramón Reig, Carlos Alberto Cabrera, Víctor Corcoba, Rosario Troncoso, Alberto Rodway, Javier Rodway (Informática). Aunque desde 2004, son muchos los compañeros que en algún momento han aportado y remado en esta aventura (¡gracias infinitas!).
En estas dos décadas hemos sido reconocidos con: el Premio ‘Andalucía Joven’ en Cádiz concedido por el Instituto Andaluz de la Juventud (en 2004); el Premio ‘Cibersur’ a la mejor web andaluza en la categoría ‘periodista’, otorgado por dicha cabecera especializada en Nuevas Tecnologías (en 2007); y el Premio ‘Paco Navarro’ de la Asociación de la Prensa de Cádiz (en 2014) por la “excelente” cobertura “a pesar de los obstáculos” del Concurso del Falla.
Asimismo, somos, DIARIO Bahía de Cádiz, caso de estudio en libros como ‘Microperiodismos II. Aventuras digitales en tiempos de crisis’ (2012), de Eva Domínguez y Jordi Pérez Colomé; y ‘La comunicación en Andalucía. Historia, estructura y nuevas tecnologías’ (2011), dirigido por Ramón Reig y coordinado por Concha Langa. Y hemos sido invitados a diferentes jornadas a exponer nuestra aventura, como: el Congreso de Periodismo Digital de la Asociación de Periodistas Digitales de Andalucía, en 2013; las jornadas ‘Jóvenes emprendedores en comunicación’ organizadas por la Universidad de Sevilla en 2015; o el seminario ‘Emprender en medios digitales en Andalucía’, promovido por el Colegio de Periodistas de Andalucía y SembraMedia en 2022.
Nacimos hace más de dos décadas, allá por el verano de 2004, el 7 de julio, en ese instante en el que subimos a la red de redes la primera edición de un primitivo DIARIO Bahía de Cádiz (diseñado artesanalmente en FrontPage). Sin padrinos, ni carné de PP-PSOE. Creíamos en una idea y nos aventuramos, un poco a ciegas, a darle forma profesional; fuimos emprendedores por convicción, ni por necesidad ni a la fuerza.
Y desde el momento en el que aquel experimento editorial ya con cierta demanda propia pasó a constituirse en empresa en 2005 (entonces, apenas existían medios informativos exclusivamente digitales en Cádiz, y las web de los periódicos eran volcados de sus ediciones en papel), con este proyecto gaditano independiente y transformador, sufragado con fondos propios (y una subvención inicial de fondos europeos), insistimos en sobrevivir (y crecer) fundamentalmente gracias a la publicidad y a la elaboración de contenido para otros medios, a acuerdos institucionales/empresariales, y a las aportaciones de lectores comprometidos.
En estos más de veinte años, desde el periódico hemos contado, cubierto e interpretado incontables hechos y acontecimientos de más o menos relevancia, siempre con el foco puesto en nuestra Bahía, en lo que de verdad nos mueve, duele y conmueve.
Como ejemplos: todas las elecciones municipales, andaluzas y generales convocadas desde 2004; desde la inauguración del segundo puente al primer viaje del tranvía metropolitano; del cerrojazo de Delphi a la muerte anunciada de Airbus Puerto Real, pasando por las recurrentes protestas en defensa de los astilleros; los avatares, sinsabores, miedos y excepcionalidades provocados por la pandemia del Covid; los ilusos Bicentenarios de 2010 en San Fernando y 2012 en Cádiz (que acompañamos editando la revista ‘BiCentenario’); de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado de 2012 al Congreso Internacional de la Lengua de 2023; alegrías y desventuras siguiendo cada temporada del Cádiz CF, en Segunda B, Segunda o Primera; y cada enero/febrero nos instalamos en el foso del Teatro Falla para narrar de otra manera el concurso de agrupaciones carnavalescas, siendo de los contados medios digitales acreditados.
En DIARIO Bahía de Cádiz cubrimos (y nos obsesiona) la Bahía de Cádiz mancomunada: Cádiz, Jerez, San Fernando, El Puerto de Santa María, Chiclana, Puerto Real y Rota. Un área metropolitana conformada por siete localidades vecinas que se complementan casi sin saberlo (ni buscarlo) que suma 670.000 habitantes (y supera en verano los 800.000 con la invasión de turistas y visitantes), cerca del 54% de la población de toda la provincia gaditana. En el Estado español, sólo las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia tienen más habitantes que nuestra Bahía en global, que a su vez se coloca a la altura de urbes como Sevilla o Zaragoza.
Así, geográfica e históricamente, la Bahía gaditana constituye una potente área supramunicipal con fisonomía e identidad propias, vivencias y problemas compartidos, y en ocasiones un localismo-político cateto poco práctico que choca con la ‘realidad’ del día a día de sus ciudadanos, que trabajan, compran, se divierten y/o residen en una u otra localidad, sin fronteras ni aduanas.
Precisamente con espíritu asociativo y comunitario, y sobre todo buscando solucionar el colapso del cementerio de la capital (ahí nacería el Mancomunado de Chiclana), en 1990 se constituía la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz, a la que en 1997 se incorporaban voluntariamente Rota y Jerez. Un siempre discutido ente supramunicipal (que no maneja ni 1,5 millones de presupuesto anual, y cuatro empleados) que es lo que sus ‘socios’ quieren que sea, y que en más de treinta años no han querido mucho de él. Actualmente únicamente se encarga de cuatro servicios mancomunados: el balizamiento de playas, el coche policial pone-multas, la perrera y formación para empleados municipales.
Como reflejamos en nuestros principios editoriales, la prioridad de nuestro diario es “integrar al ciudadano de alguna de las siete localidades que conforman la Mancomunidad de la Bahía de Cádiz –aquí o ‘emigrado’ en cualquier rincón del mundo- en la realidad de su comunidad, y de su contexto local –económico, social y político-, así como involucrarlo en la situación provincial, regional, nacional e internacional. Lejos de fomentar el pasotismo y la comodidad de la vida moderna, nuestra labor editorial promoverá la libre opinión, el debate, y si es preciso la acción. Nuestro fin último, como medio de comunicación social es contribuir, de alguna manera, al progreso, desarrollo y transformación de esta castigada área metropolitana. Una sociedad bien informada es una sociedad inconformista y más justa”.
En DIARIO Bahía de Cádiz persistimos en contarnos e interpretarnos nuestra realidad, sin desviarnos, sin mirar más allá, sin que vengan desde fuera a decirnos qué hacemos, qué somos. Tenemos nuestro sello, estilo, filosofía y un “producto” propio: encabezonados con seguir editando cada día un periódico digital serio (que no aburrido) con hechuras de uno de papel de toda la vida.
Con errores, carencias y limitaciones, mas no hacemos seudoperiodismo trivial, panfletario y revanchista ávido de audiencia por la audiencia, nunca: no hemos sido, no somos ni seremos una churrería informativa, peleando por ser los primeros en copiar y pegar comunicados y notas de forma acrítica y casi sin leerlos. Y somos conscientes de que amasando ‘churros’ nos iría mejor, tendríamos más notoriedad, más impacto, más ingresos… pero perseguimos lectores, cómplices, no usuarios efímeros ni clientes ni meros números, ni una IP más en google analytics.
Nos negamos a “vender” noticias (ni desinformación y amarillismo, que es lo que realmente da dinero y clicks). Queremos hacer comunidad, vecindad, y darle a la gente instrumentos intangibles (información, opinión, cultura…) para que quiera mejorar/transformar donde vive y convive. Necesitamos referencias (saber qué somos, a dónde vamos) para existir.
En definitiva, todavía hoy, con más de veinte años de ‘vida’ y fatigas, estamos obsesionados en ser para la Bahía y sus gentes una herramienta de transformación social, ni más ni menos: “con honestidad, profesionalidad, buen rollo, humildad, autocrítica, antifascismo, disidencia, inconformismo, resistencia, la libertad del carnaval y la playa, y sin bulla. Sin estar en la trinchera mas sin equivocarnos de bando”.