Canelo y pinganillo

Lewis Carroll fue el primero que habló de la fiesta o celebración del “no cumpleaños” en ‘Alicia en el país de las maravillas’. Todo parece indicar que el candidato encomendado por “El preparado” va a celebrar su sesión parlamentaria de “no investidura” aunque como en ‘Alicia’, solo busca ser estrellita los días previos, pero como se canta en el fútbol, Feijóo canta “hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual, eo, eo eo…” Todo un alarde de respeto a sus conciudadanos, eso sí.

No sé si es por la influencia del cuento de ‘Alicia’ o por el cambio climático, que todo puede ser, pero este final de verano y principio de otoño, da la impresión que se ha adelantado la fiesta de Halloween unos meses; de pronto la vía pública, las televisiones y periódicos se han llenado de zombis, muertos y fantasmas hablando de cosas de hoy, oye, con una soltura que se creen que siguen en este mundo cuando su mundo ya pasó.

Sí, me estoy refiriendo a Aznar, a González y al chico este de Sevilla que tenía un hermano muy apañado… Virgen Santa qué mal morir (en sentido figurado) tienen algunos. Pero, vamos, no busquemos razones o motivos muy profundos, los más benévolos hablan de la edad, de la vejez como causa de estos desvaríos, cuando es solo que ven que su tiempo ha pasado, que ni floreros chinos son. Ya lo cantaba Brassens: “¡Cuando somos estúpidos, somos estúpidos!/ Que tengamos 20 años, que seamos abuelos/ ¡Cuando se es estúpido, somos estúpidos!”

Podemos cambiar el adjetivo por “fachas”, “derechosos”, “machistas”,… elegid vosotros.

Pobre Canelo, después de esperar a que se levantara de la tumba su dueño fallecido, llega al parlamento. Después de ser inmortalizado en una estatua como símbolo de fidelidad, los que andan como locos buscando Tamayos traidores entre sus señorías que eviten algo irremediable, como es un gobierno progresista, lo pasean entre los escaños al grito “nosotros no hacemos el Canelo”. Cuánto menos, no se les puede tachar de esconder sus ansias de golpe contra la voluntad popular, llamando a la traición. Durante el ¿fallido? golpe de estado del 23 F, arma en mano, hablaron de elefantes blancos, hoy hablan de Canelo, ¡que manía con poner nombres en clave!

lástima que no se les ocurrió gritar aquello de ¡muera la inteligencia, viva la muerte!, que un golpista de otro tiempo gritó en la Universidad de Salamanca

Durante la última sesión del parlamento hemos visto escenificada una secuencia de la película ‘Odisea en el espacio’, sí, la que se desarrolla casi al principio, cuando un primate es capaz de machacar los restos óseos de un animal con un hueso largo, todo ello con un fondo musical más que bueno. Vimos a un grupo de primates, con andares de primates, cara de primates e ideas de primates, bajando las escaleras y tirando los pinganillos al escaño del presidente del Gobierno en funciones, por una sola razón: el pinganillo significa la posibilidad de entendimiento, respeto entre nosotros. Algunos de ellos, como el primate de la película, lo lanzaban con su misma rabia, lástima que no se les ocurrió gritar aquello de ¡muera la inteligencia, viva la muerte!, que un golpista de otro tiempo gritó en la Universidad de Salamanca.

Queda nada de tiempo para el día de “la no investidura”, han salido todos en esa danza macabra de puesta en escena del pacto contra la voluntad de la gente, con el eslogan “ellos están con la Constitución”. ¿Os acordáis de las miles de sentencias de los consejos de guerra, después del golpe de estado, que llevaron al paredón a gente fiel a la II República? Esas que condenaban por apoyo a la rebelión a los que se defendieron contra la rebelión de militares contra la República; es tan parecido todo lo que hacen, tan ‘dejá vu’… DIARIO Bahía de Cádiz