Sin sorpresas en el guion previsto y anunciado: en el pleno extraordinario celebrado este jueves en el Ayuntamiento de Cádiz, el Gobierno local del PP se ha quedado solo aprobando de forma inicial su presupuesto municipal para 2025 “de progreso y que mira a las personas”. PSOE y Adelante Izquierda Gaditana han votado en contra de unas cuentas que ya acumulan más de tres meses de retraso.
Mientras el alcalde Bruno García ha acusado a la oposición de vivir “en el frentismo” y de no querer “colaborar” con aportaciones, el portavoz izquierdista David de la Cruz ha subrayado que su grupo está “absolutamente orgulloso” de rechazar este presupuesto “antisocial”; y el socialista Óscar Torres ha incidido en que “no nos fiamos de usted” (en referencia al primer edil) porque “no es un político de palabra”, ya que en 2024 se pactaron con el PSOE diferentes medidas y no hay ninguna ejecutada.
Como está ocurriendo en general en todos los presupuestos municipales que se van aprobando, el de la capital también crece (principalmente al recibirse más dinero desde el Estado a partir de la PIE); el de 2025 sobre el papel ascenderá a 195,8 millones de euros (un 3% más que lo presupuestado para 2024 y un 11,5% superior al de 2022, el último del gobierno izquierdista).
Tras la defensa del documento presupuestario por parte de la concejala de Economía y Hacienda y portavoz municipal del PP, Maite González, el propio alcalde ha sentenciado que “es un presupuesto que permite a la ciudad avanzar, un presupuesto de progreso y que mira, sobre todo, a las personas, aunque a ustedes os moleste”, en referencia a la oposición.
“Una vez garantizadas las grandes inversiones y la vivienda, pasamos a este presupuesto que va a mirar por el estado de la ciudad y por la inversión en lo social”, ha considerado Bruno García.
DOS VISIONES DE UN MISMO PRESUPUESTO
Desde el equipo de Gobierno popular se repite en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que las cuentas municipales de 2025 se vuelcan en dos líneas destacables: “la inversión en atención social y en el mantenimiento del viario y plazas de la ciudad, los parques y jardines y lo parques infantiles, así como los colegios y el alumbrado público”.
Entre otros puntos, contempla una aminoración en el gasto destinado a devolver dinero a los bancos, que pasará de 12 millones en 2022 a los 7 destinado este año; reserva hasta 11 millones transferidos a la empresa municipal Procasa para 106 viviendas; y también una partida de más de 5 millones para las labores de urbanización del entorno de Valcárcel “como edificio universitario” sin definir, y 1,2 millones para expropiaciones de fincas que no atiendan los deberes de conservación y seguridad, en ambos casos iniciativas condicionadas a que se venda el Campo de las Balas, donde se proyecta el enésimo hotel, operación de enajenación de más suelo público que rechazan de plano los dos partidos en la oposición.

“No vamos a votar a favor de unas cuentas que venden espacios públicos, que priorizan la deuda a los bancos antes que las inversiones, que dan más dinero a las empresas a través del beneficio industrial que a los trabajadores y, todo esto, cuando el alcalde ha demostrado que no cumple ni su palabra ni los acuerdos a los que ha llegado”, argumentaban desde el PSOE antes del pleno para justificar su rechazo.
Por su lado, para defender su no Adelante Izquierda Gaditana ha puesto el foco en que son unas cuentas municipales “del derroche en lo superficial y de la venta de Cádiz”, poniendo como ejemplos, además del Campo de las Balas, el solar de Casitas Bajas o el edificio de la antigua escuela de Náutica (aunque en este caso depende de la Junta). “En definitiva, son unos presupuestos que favorecen y benefician a las constructoras y a las grandes cadenas hoteleras, pero no a los vecinos”, se apostilla.