Las familias que malviven en la finca de la calle Javier de Burgos número 19, en la capital gaditana, continúan sin encontrar soluciones “reales” a su situación ni por parte de la propiedad (la Sareb, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, o más conocido como banco malo, con importante participación del Estado) ni del Ayuntamiento.
Y es que ambas partes no están dispuestas a ofrecer realojo en la propia ciudad a estos inquilinos mientras se ejecuta una supuesta rehabilitación del edificio; y se les está empujando a irse a San Fernando, o bien seguir residiendo en esta “casa de los horrores”: con ratas y cucarachas, desprendimientos y riesgo constante para su salud y seguridad.
Tras la presión ejercida por estos vecinos organizados con el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz, y las denuncias públicas de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), entidad que ha instado en los últimos días a Ayuntamiento y Junta de Andalucía a volver a invertir en políticas contra la infravivienda en el casco antiguo; la Sareb (que hasta el momento estaba ignorando incluso los requerimientos de Urbanismo) se ha abierto a negociar con las cinco familias que pagan su alquiler en esta finca.
Sin embargo, la propuesta en la que se insiste supone “el abandono inmediato de sus hogares”, con un realojo en San Fernando “sin ningún compromiso firme de fecha de retorno”.
En este punto, el Sindicato de Inquilinas defiende que estas familias “necesitan un realojo en Cádiz para poder trabajar, estar con sus familias, poder acudir a su centro médico; esta realidad no la están teniendo en cuenta los responsables de la situación”.
Por un lado, la Sareb asegura no poder ofrecer un realojo en la capital por el estado del resto de viviendas de su propiedad en la ciudad; mientras que por otro, el Ayuntamiento “decide lavarse las manos y no se compromete a un realojo transitorio, ni a abonar un alquiler privado en Cádiz, ni a utilizar las viviendas vacías de Procasa o los miles de pisos turísticos que inundan la ciudad”. Eso sí, el alcalde Bruno García ha dejado caer que se está dispuesto a abonar a estos vecinos una ayuda al transporte para que puedan compaginar su vida entre Cádiz y La Isla.
“ESTÁN JUGANDO CON LAS FAMILIAS UNA PARTIDA DE PING PONG”
En los últimos días, los afectados se han visto con ambas partes sin alcanzar ningún tipo de solución, “demostrando Sareb y Ayuntamiento una vez más que lo que más les importa son sus intereses”, sostiene el Sindicato de Inquilinas en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Este colectivo entiende que los vecinos de Javier de Burgos se han convertido en un problema para el Consistorio gaditano y para la Sareb, “por eso las presiones no han tardado en llegar”: “el Ayuntamiento con su dejadez de funciones no queriendo ofrecer ningún realojo en la ciudad natal de las familias, y la Sareb directamente, incluyendo los partidos que forman parte del Gobierno central (PSOE y Sumar), insistiendo y tratando de persuadirles para que se marchen. Todo ello sin respetar los tiempos de las familias afectadas, sus necesidades y su voluntad de querer seguir viviendo en su ciudad”.
Un “problema” que “pretenden solucionar de manera torpe y a espaldas de las personas implicadas, las cuales son las que de verdad están sufriendo un drama desde hace más de tres años. Tiempo en el que el Ayuntamiento y la Sareb han hecho oídos sordos”, se insiste.
Estas familias “tienen intereses propios, una voluntad y una necesidad, que es quedarse en Cádiz”. En la ciudad y en los barrios “donde han crecido sus hijos y donde trabajan”. “Esto parece importarles poco a quienes están jugando con las familias a una partida de ping pong. Pasándose la pelota de un lado a otro”, denuncia el Sindicato de Inquilinas. Y avisa: “están unidas, organizadas y decididas a seguir luchando”.
“BRUNO GARCÍA LES SEÑALA LA PUERTA DE SALIDA DE CÁDIZ”
Por su lado, Adelante Izquierda Gaditana denuncia el incumplimiento, por parte del equipo de Gobierno del PP, del acuerdo aprobado por unanimidad en el pasado pleno de junio, con un punto en el que exige al propio Ayuntamiento a “reubicar de manera inmediata y transitoria en la capital gaditana” a estas familias “ante el peligro existente”.
Sin embargo, para el portavoz municipal izquierdista, David de la Cruz, lo único que ha hecho el alcalde Bruno García, junto con sus concejales de Urbanismo, Vivienda y Asuntos Sociales, ha sido “lavarse las manos”. De hecho, esta semana se han reunido con un portavoz de las familias para animarlas a marcharse San Fernando”, aceptando así la única propuesta ofrecida por la Sareb.
“Les señala la puerta de salida tan sólo una semana después de comprometerse en pleno a reubicarlas en la ciudad, aun sabiendo que las familias, con ocho menores, no quieren marcharse al tener aquí su trabajo, sus familias, sus vínculos y su red de apoyo”, critica este partido de la oposición; y además, “en un contexto de pérdida de población constante de la capital”.
Para De la Cruz, es “una auténtica vergüenza y un despropósito” que el Gobierno gaditano de derechas “se desentienda de esta forma de estas familias, haciendo caso omiso al protocolo municipal existente para situaciones de emergencia como ésta y rechazando, por ejemplo, la posibilidad de realojarlos temporalmente en pisos turísticos, sufragando esos alquileres la propia Sareb”.
Entre tanto, el portavoz de los inquilinos de Javier de Burgos repite que “no nos queremos ir de nuestra ciudad, pero la Sareb y el Ayuntamiento nos están obligando a hacerlo porque no nos ofrecen otra alternativa y no podemos seguir viviendo esta situación tan horrible, que es ya un auténtico infierno”.