El salón de plenos del Ayuntamiento de Cádiz ha acogido el acto de entrega a sus familiares de los restos de Juan Diego Cortés Pacheco y Manuel Moreno Cortés, asesinados en los meses posteriores al golpe de Estado de julio de 1936.
Los restos de Cortés Pacheco y de Moreno Cortés estaban entre las 110 víctimas halladas en el clausurado cementerio de San José (en este caso concreto, en las medias sepulturas del patio 3) durante los trabajos de exhumación de víctimas de la represión franquista promovidos por la Asociación para la Recuperación y Divulgación de la Memoria Histórica en Cádiz. Se calcula que fueron más de 500 los ejecutados por los sublevados contra la Segunda República enterrados en este camposanto.
El alcalde Bruno García, que ha presidido esta entrega, ha dado las gracias por su “lucha y constancia” a todos los implicados en esta labor memorialista, destacando el trabajo realizado por los técnicos municipales que han hecho posible la identificación de estos restos “para que hoy sus familiares puedan darle una sepultura digna después de tantos años de espera”. “Se trata de un acto de justicia, de reparación y de dignificación de las víctimas”, ha subrayado el primer edil del PP.
En esta convocatoria pública también de homenaje han estado presentes entre otros el concejal de Memoria Democrática, José Manuel Cossi, y representantes de la oposición (PSOE y Adelante Izquierda Gaditana); miembros de la Asociación de Memoria Histórica presidida por Felipe Barbosa; familiares de Juan Diego y de Manuel; y un grupo de alumnos de Segundo de Bachillerato del IES Columela.
Posteriormente, los restos de ambas víctimas del fascismo serían trasladados al cementerio Mancomunado de Chiclana, donde descansarán en el panteón de las víctimas del golpe de Estado de 1936.
UN PANADERO Y UN TRABAJADOR MUNICIPAL
Juan Diego Cortés Pacheco vivió en la calle San Bernardo 2, era panadero y había nacido en junio de 1909; tenía 27 años cuando el franquismo naciente lo mató. Estaba casado con Milagros Muñoz Benítez con la que tuvo dos hijos.
Desde la asociación memorialista se sabe que ingresó en la prisión provincial el 2 de octubre de 1936 de donde fue sacado el 11 de ese mes para ingresar en la prisión de El Puerto, pero terminó fusilado en el foso de la Puerta de Tierra. Fue inhumado el 12 de octubre en San José.
Sus otros dos hermanos también fueron asesinados. Enrique fue enterrado el 22 de agosto de 1936 tras ser asesinado en la Puerta de Tierra; y Francisco a día de hoy sigue siendo un desaparecido, ya que se desconocen tanto la fecha de su muerte como el lugar de su enterramiento.
Por su parte, Manuel Moreno Cortés estaba casado con María Paredes Mateos con la que tenía al menos dos hijas, María y Ana. Era trabajador de los Servicios Municipales de Agua y Electricidad. Fue uno de los primeros despedidos del Ayuntamiento en julio de 1936, a raíz de la sublevación militar.
Ingresó en la prisión provincial el 17 de septiembre y fue sacado el 27 de septiembre para ser trasladado a la cárcel de El Puerto, pero no llegó a ingresar: su cadáver apareció en los alrededores de la antigua plaza de toros. También fue enterrado en el patio 3 del cementerio.
IU CELEBRA QUE EL AYUNTAMIENTO VUELVA A IMPLICARSE
A colación, Izquierda Unida (parte de la coalición municipal AIG) ha celebrado que por fin el Ayuntamiento, ahora con gobierno de derechas, a través de su concejalía de Memoria Democrática haya vuelto a asumir las identificaciones presuntivas y la comprobación mediante ADN de los restos exhumados años atrás.
“Cobra así valor la iniciativa de la Asociación de Memoria Histórica y del arqueólogo municipal José María Gener para que se puedan entregar los restos de Cortés Pacheco y de Moreno Cortés, consiguiendo que la verdad, la justicia y la reparación que se inició durante el anterior mandato siga cumpliendo esta labor tan importante para hacer de Cádiz una ciudad mucho más justa”, remarcan desde IU en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Con todo, si bien estas dos nuevas identificaciones son un avance, esta formación izquierdista considera que es necesario que el Consistorio gaditano retome otras políticas memorialistas, como es el proyecto de Casa de la Memoria como lugar de encuentro y de divulgación, o el memorial en el cementerio, para avanzar así en la verdad, justicia y reparación”.

















