La ciudad que no querían que creciera

Muchas veces me viene a la memoria, cuando era pequeño y veía en la televisión lo que otras ciudades tenían, bueno más bien Madrid y Barcelona que eran las pocas que salían cuando teníamos solo dos cadenas. Recuerdo preguntarle a mis padres: “¿papá por qué en Cádiz no hay un Parque de Atracciones?, ¿por qué aquí no hay un zoo?”… la respuesta de mi padre siempre era la misma: “Cádiz es muy pequeña, no tiene sitio”. En mi inocencia, llegué a creérmelo durante años.

Años más tarde, estudiando náuticas, preparando trabajos sobre puertos tuve la ocasión de leer algunos proyectos que acabaron en saco roto, como el descabellado intento, de ingenieros de la época de Franco, de cerrar el saco de la Bahía en la zona de las salinas, estudié como se construyeron grandes plataformas flotantes para ampliar Mónaco, y nunca entendí porque eso no se hacía aquí, pero claro cuestión de dinero y la falta de terreno se solventa con buenas comunicaciones entre las poblaciones cercanas.

Seguí creciendo, y espero que ganando en sabiduría, y observando las guerras de intereses a las que se ve sometida mi ciudad. ¿Qué no hay terreno? ¿Qué es pequeña? ¡Una mierda! No dejan que crezca.

Den una “vueltecita gaditana” de la Caleta a la Alameda. ¿Cuántos edificios y terrenos abandonados administrativamente encontramos? Valcárcel, el desaprovechado Balneario de la Palma, el FP náutico pesquero, el Olivillo, el terreno de la escuela de enfermería, por lo visto lo querrán como zona de almacenamiento de adoquines, el teatro Pemán y el antiguo Colegio Mayor. ¿Cuántos metros cuadrados hay en ese paseo?

Sigamos mirando edificios emblemáticos: el edifico de la Punta San Felipe, que nunca llegó a utilizarse, la Casa de las 4 Torres, la Casa del Almirante, la Aduana, el antiguo edificio del INSS, el solar de la Gobernación, el Tiempo Libre, el pabellón Portillo, el edificio de Puntales, el antiguo INEM en Tolosa Latour…

Todo esto solo hablando de edificios de dominio público, no entramos en los solares que ahora mismo existen en el barrio de la Viña, en el Mentidero, casas abandonadas en Santa María, el edificio del antiguo Súpersol en la Zona Franca, naves en esa misma área, Tabacalera…

¿Falta terreno? ¿No puedes crecer? ¡Y un carajo! Así de claro, al que le duela que se rasque, lo que falta es vergüenza, lo que sobran son intereses entre las tres prostitutas que te están matando: la Junta de Andalucía, el Gobierno Central y un Ayuntamiento que lleva años de servilismo, mirando a asientos más altos. Y lo peor de todo, nuestro conformismo, nos da igual, miramos como en las casas nuevas se dedican a ofrecer apartamentos para el turista que viene con dos bocadillos, en vez de casas para vivir, para aumentar la población y que la economía crezca, todo nos da igual.

Aquí se cierra una residencia de estudiantes, mientras los cuatro arquitectos franquistas de siempre, construyen y alquilan apartamentos para estudiantes. ¡A saber cuántos proyectos de restauración se han parado por amiguismo Pepero!

Muchas veces he soñado, con un alcalde-alcaldesa con dos huevos bien plantados, que coja cualquier edificio que Cádiz necesite y lo ponga a funcionar y que si la rata de la Junta de Andalucía protesta diciendo “esto es de la Junta”, le dé una guantada sin manos diciéndole “¡cállate cortijero, esto es de Cádiz!”

Pero seguiré soñando, soñando con tiempos más sencillos, cuando en mi inocencia me creía que era verdad, que no había terreno para crecer. Antes de darme cuenta, amor mío, que te odian, que esas tres rameras solo te desean mal. DIARIO Bahía de Cádiz