La cuesta
Sus huesos y su corazón no perdonan, demasiados años subiendo y bajando aquellas empinadas cuestas que llevan desde su casa a la sede y al ayuntamiento. Desde muy joven, el compromiso con el vecindario de su pueblo había sido su vocación, por encima muchas veces de su propia familia; muchas veces su mujer, que aunque ...
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