Parece que la historia de amor de Leo Messi con el FC Barcelona no va a terminar. Pese a que el delantero argentino ha fichado por el PSG, y se encuentra un tanto molesto con las poco afortunadas declaraciones del presidente Joan Laporta, en las que no dejaba en muy buen lugar al astro argentino con la afición culé, al hablar de Barcelona le cambia la expresión.
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La verdad es que nunca ha escondido el dolor de su marcha, que en un principio parecía que se debía a problemas por los estamentos de La Liga, y por temas económicos. Poco a poco se ha dejado ver abiertamente la poca y no muy cordial relación entre Laporta y Messi, algo que no cambia el sentimiento de este último con el club.
Ahora mismo se encuentra centrado en su vida en París. La adaptación, pese a todas las facilidades que ha puesto el club a su disposición, no ha sido tan sencilla como en un principio se pensaba que sería. Pero poco a poco, en el vestuario todos se van amoldando a la nueva situación de un equipo con grandes fichajes y egos.
El juego de Messi empieza a lucir en los Campos Elíseos. El empaste, ya no sólo con Neymar, viejo conocido, si no con otros jugadores, también es evidente. En unas recientes declaraciones ha dejado claro que no mantiene ningún tipo de relación más que con aquellos compañeros que se mostraron en todo momento a su lado.
El astro argentino está contento, pero añora los momentos y la vida de la ciudad condal. A esto hay que sumarle que por mucho que puso todo de su parte para poder quedarse en el club, nada fue suficiente. Y de repente aparece Laporta con el dedo acusador, intentando dejar entrever un único interés en Messi: el económico.
Messi aceptó rebajarse a la mitad su salario. Pero en ningún momento le propusieron la posibilidad de jugar gratis. Por eso está tan dolido con la directiva del club. Por el intento de desvirtuar su imagen ante la afición. Es complicado cuestionar los más de 20 años de relación personal y profesional que el astro ha tenido con el club de sus amores.
Toca centrarse en conseguir la Champions con su nuevo club, en su nuevo hogar, París. Pero sin duda, el corazón de Messi nunca se fue del Barça y se ha encargado de dejarlo bien claro, aún militando ya en las filas de otro equipo. No es fácil olvidarse de toda una vida en una ‘casa’ que te lo ha dado todo y con una afición que ha estado para sostenerle y ensalzar su figura en cada uno de los pasos que ha dado y dará fuera del club.
