Madre Coraje y Urbaser, concesionaria de la gestión del CRR de El Puerto han firmado un convenio de colaboración para que sea esta ONG la que recoja de los contenedores públicos el aceite usado. La organización ya tenía 17 contenedores colocados en distintos puntos de la ciudad y ahora ampliará el número con 16 más. Con este aceite, altamente contaminante que además no se vierte al alcantarillado, se elabora jabón con destino a zonas empobrecidas de Perú y otras regiones de América Latina, o se vende para la obtención de biodiesel.
La ONG Madre Coraje y Urbaser, concesionaria de la gestión del Centro de Recepción y Reciclaje de Residuos (CRR) de El Puerto han firmado un convenio de colaboración para que sea esta organización no gubernamental la que recoja de los contenedores públicos el aceite usado en la ciudad.
Este acuerdo tiene una doble vertiente: por una lado, concienciar a la población de que este producto, una vez usado, es altamente contaminante y no debe verterse directamente en el alcantarillado y, a la par, cooperar en el desarrollo de las comunidades empobrecidas de Perú mediante una ayuda humanitaria basada principalmente en el reciclaje, como es la preparación de jabón a partir de esta materia prima y la obtención de biodiesel.
La delegada de Madre Coraje en El Puerto, Patricia Lalor, ha explicado que la organización ya tenía 17 contenedores colocados en distintos puntos de la ciudad y ahora ampliará –gracias al convenio- el número con 16 más. Además, los contenedores se han pintado de color naranja, con el logo de Madre Coraje, de Urbaser y del Ayuntamiento. Cuentan todos con sistema antirrobo para evitar el vandalismo, que en otras ocasiones se ha cebado en ellos. Por tanto, El Puerto contará a partir de ahora con un total de 33 contenedores, distribuidos a lo largo y ancho de la ciudad, para recoger el aceite vegetal usado que luego se reciclará y se convertirá en jabón.
“Gracias a la implicación y colaboración de los portuenses –interpreta la concejala de Medio Ambiente, Marta Rodríguez, en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz-, evitaremos además que gran parte de este producto vaya a las alcantarillas o a los contenedores de basura orgánica, además de colaborar en una actividad solidaria como es la elaboración de jabón con destino a zonas empobrecidas de Perú y otras regiones de América Latina”. Este aceite se transforma en Jerez, en la central de Madre Coraje, en jabón.
Patricia Lalor recuerda que Madre Coraje lleva 23 años ayudando a las personas empobrecidas de Perú, colaborando con instituciones que trabajan con niños y ancianos, así como con comunidades campesinas de Los Andes; quienes sobreviven con menos de un euro al día. La delegada de Madre Coraje en El Puerto señala que estos hombres y mujeres, niños y mayores, no pueden gastar dinero en jabón, porque son demasiado pobres para hacerlo y, por ende, para cuidar su higiene. Esto conlleva problemas de piel, enfermedades bronquiales y dolencias intestinales. Gracias al jabón que Madre Coraje hace, con la ayuda de todas aquellas personas que colaboran en su reciclaje, “les estamos donando una medicina”. La ONG envía más de 3.000 kilogramos de jabón al mes.
LO SOBRANTE SE VENDE PARA BIOGASÓLEO
El aceite doméstico usado depositado en los contenedores no sólo se transforma en jabón, sino que la ONG vende el sobrante a empresas que fabrican biogasóleo. La recaudación que se obtiene se dedica a todos los otros proyectos que se llevan a cabo en Mozambique, Perú y España.
La edil del PP responsable entiende que “este acuerdo entre el Ayuntamiento, Urbaser y Madre Coraje es un muy buen ejemplo de la colaboración entre los poderes públicos, la empresa privada y las ONGs, con fines solidarios; que suman sus fuerzas para mejorar la vida de los ciudadanos; aprovechando el reciclaje para ejercer la solidaridad”.
El año pasado Madre Coraje recogió 33.000 litros de aceite en El Puerto, gracias a la ayuda de miles de portuenses y empresas que “están concienciados” de que los aceites vegetales, que son los que usamos normalmente en nuestras casas o en la hostelería para freír o aliñar alimentos y suelen ser de oliva, girasol o soja, no se eliminan por el vertido en la red de alcantarillado, a través del fregadero.