La Guardia Civil ha localizado y detenido en la localidad sevillana de El Cuervo a un hombre de 57 años de edad como presunto autor de la violación perpetrada días atrás en las instalaciones abandonadas del hotel Caballo Blanco, a la entrada del El Puerto de Santa María.
El detenido estaba siendo investigado por la Policía Nacional por intimidar a una mujer con un cuchillo de grandes dimensiones y amenazarla de muerte si no mantenía relaciones sexuales con él. Además de las amenazas y la violación, robó a la víctima varias joyas de oro y dinero en metálico, huyendo del lugar y amenazando a la mujer para que no denunciara lo ocurrido.
La intervención se inició el pasado 25 de enero cuando un joven, que se encontraba caminando cerca del que fuera hotel Caballo Blanco, informó a la Sala Operativa del 091 sobre el estado de ansiedad que presentaba una mujer que manifestó haber sido violada. Hasta el lugar se trasladaron varios indicativos de los Grupos de Atención al Ciudadano, cuyos agentes asistieron a la víctima y recabaron información sobre lo ocurrido. Tanto la víctima, como el joven que había avisado a la Policía, facilitaron una amplia descripción del agresor y su dirección de huida, estableciéndose desde ese momento un dispositivo policial para tratar de localizarlo.
La Unidad de Familia y Mujer perteneciente a la Brigada de Policía Judicial se hizo cargo de la investigación para esclarecer los hechos y descubrir la identidad del presunto responsable de la agresión sexual. Y fruto de las gestiones realizadas, según se apunta en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, los investigadores determinaron la identidad del presunto autor, el cual resultó ser un ciudadano italiano de 57 años de edad y sin domicilio conocido.
Tras diversas gestiones policiales se recabó información de máximo interés y una completa descripción del autor cuya característica más reseñable era la de un tatuaje en el pecho. Por todo ello, se inició una línea de investigación que apuntaba a que el autor se encontraba en la localidad de El Cuervo, donde la Guardia Civil procedió a su detención, siendo trasladado el arrestado a las dependencias de la Comisaría de El Puerto.
En la entrada y registro realizado en la habitación del hostal donde el detenido se hospedaba, se encontraron efectos que posteriormente identificó la víctima como pertenecientes al autor en el momento de la agresión. Entre los objetos intervenidos se encontraba una manta, un rosario y una tienda de campaña.
El detenido permanece custodiado en los calabozos de El Puerto a la espera de ser puesto a disposición judicial. La investigación ha sido realizada por la Unidad de Familia y Mujer, en colaboración con agentes de las Brigadas de Seguridad Ciudadana y Policía Científica pertenecientes a la Comisaría portuense. La detención del investigado ha sido realizada por agentes de la Guardia Civil del Puesto de El Cuervo.
RECLAMAN DERECHOS Y ESPACIOS SEGUROS PARA LAS TRABAJADORAS SEXUALES
Ante esta agresión sexual, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) consideraba días atrás oportuno reiterar que “la persecución y represión hacia las trabajadoras sexuales las priva de los pocos medios con los que ya contaban para protegerse ante posibles agresiones”.
“Mientras que las políticas locales continúen ejerciendo la represión de un colectivo que ya de partida no lo tiene nada fácil, los partidos que apoyan estas políticas y la sociedad que las legitima son responsables de su situación e indefensión”, entiende la Apdha.
Al respecto se recuerda que desde que el Ayuntamiento de El Puerto aplicara durante el pasado mandato una ordenanza municipal que penaliza el ejercicio de la prostitución en la vía pública, esta asociación ha insistido en las consecuencias que ésta tiene sobre las personas que desarrollan el trabajo sexual: “el miedo a las multas y la imposibilidad de continuar ejerciendo su actividad han supuesto, entre otras cosas, que la gran mayoría se hayan desplazado de las calles hacia otros espacios o ciudades” Y las que han continuado en la propia localidad, “un número ínfimo, lo hacen en la clandestinidad, en lugares más ocultos y por ello desprotegidos”.
Las redes “de apoyo mutuo” que anteriormente funcionaban como herramienta para protegerse de posibles abusos han desaparecido, porque las que trabajan en esos lugares “lo hacen en solitario”, y porque la policía “ha dejado de encarnar una figura protectora”.
La ordenanza que penaliza el ejercicio de la prostitución en El Puerto de Santa María entró en vigor en 2012 y en el pleno municipal de enero de 2017, a través de una moción presentada por Levantemos con el apoyo de la Apdha y otras entidades, se aprobó la derogación, si que a estas alturas, un año después, “esta se haya ejecutado; parece que este Consistorio quiere continuar en la línea de dar cobertura a la persecución y criminalización de quienes trabajan la prostitución”.