CARTA AL DIRECTOR enviada por: Encarnación Martínez Galindo, de Málaga
Ayudar a los demás supone también autoayudarse porque si algo da pena, la tristeza puede afectar negativamente a nuestro sistema inmunológico, cardiovascular y digestivo debido a que nuestro cuerpo, si algo le entristece, libera hormonas del estrés como el cortisol. Así que no sé por qué has ocultado tu pesar para, según tus palabras, “no dar pena”.
Ya es sabido que a todos nos gusta ser los mejores, los más listos y los más fuertes, pero somos humanos y estamos expuestos a ciertas desgracias como la enfermedad o algún contratiempo social. La pena conlleva respeto y prudencia, por quien la siente y por quien padece el pesar conlleva la aceptación del bien que se ofrece y hay que saber dejarse ayudar porque todos, en algún momento de nuestra vida, podemos pasar por algún mal momento de cualquier índole (incluso por poca prudencia).
Tanto quien extiende su mano de buen grado como quien la acoge sin recelo, sienten alegría. La alegría hace que regulemos el estrés porque sonreír hace que segreguemos hormonas (adrenalina, endorfinas) que lo reducen. “Hoy por ti, mañana por mí”. DIARIO Bahía de Cádiz