Esas manitas, que yo vea esas manitas
¡Esas manitas, que yo vea esas manitas! Estas fueron una de las últimas frases escuchadas en un despacho de abogados laboralistas; a partir de estas palabras, habló el horror de las detonaciones ante los ojos incrédulos del grupo de personas que estaban al fondo de esta sala de espera, que era compartida por varios de ...
Leer másDetails





