El socialista López Gil es rescatado por el Ayuntamiento isleño como cargo de confianza tras dejar su sitio en el Senado a Susana Díaz

Fernando López Gil no ha durado ni una semana en el paro. Tras renunciar el pasado martes día 13 a su acta como senador por designación autonómica, para dejar su silla a Susana Díaz, a quien su partido busca darle acomodo tras quedar eclipsada por Juan Espadas (le ganó las primarias a próximo candidato a la Junta y en breve se convertirá en nuevo secretario general del PSOE andaluz), el socialista isleño y susanista confeso ha sido rescatado, como era de esperar, por el Ayuntamiento de San Fernando: la alcaldesa Patricia Cavada, igualmente susanista, lo asume como cargo de confianza, y crea la figura de Comisionado de la Agenda 2030 para él.

Eso sí, para que no se forme mucho revuelo, se deja claro que esta contratación “no supondrá incremento de gasto público municipal”, ya que a su vez se despide a otro asesor, a Federico Fernández, que desde 2019 ha estado desarrollando su labor en el área de Desarrollo Sostenible. Al respecto, Cavada ha querido agradecerle su compromiso, destacando la “capacidad de trabajo y cualificación” de Fernández, quien “ha realizado un trabajo extraordinario para la ciudad”.

López Gil se aupaba al Senado en septiembre de 2019 –sin pasar por las urnas, a propuesta del PSOE en el Parlamento andaluz-, tras unos meses fuera de la escena pública. Antes, llegó a ser viceconsejero de la Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática de la Junta durante el último Gobierno de Susana Díaz, desde el verano de 2017 y hasta que PP y Cs, con el aliento de Vox, se hicieran con el Ejecutivo tras los comicios de finales de 2018.

Aunque es natural de Sanlúcar, ha hecho media vida en San Fernando, donde ha sido líder del PSOE local y donde fue candidato a la Alcaldía en 2007 y 2011, y en su primer intento logró ser la opción más votada, pero el PP no dudó en aliarse con el PA (que curiosamente en el siguiente mandato también cogobernó con los socialista) para impedir que fuera el alcalde. Como tampoco lo consiguió en su segundo intento, cambió sus metas y se le colocó desde 2012 en la capital gaditana ya como delegado del Gobierno de la Junta (donde curiosamente era él quien tenía a Cavada como cargo de confianza). Es Licenciado en Sociología por la UNED.

ESTRENA EL CARGO DE COMISIONADO DE LA AGENDA 2030

En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se subraya que el Ayuntamiento de San Fernando “es consciente y conocedor de que las Naciones Unida ha reconocido la magnitud y consecuencias negativas para el planeta y las personas del actual modelo de desarrollo”. Y a su vez, la primera edil isleña viene defendiendo “sin cortapisas” desde el ámbito local que el actual modelo de desarrollo “está produciendo un impacto muy negativo sobre los ecosistemas”. Sus consecuencias, sostiene, “han dejado de ser una situación ante la que desde los gobiernos se deben introducir algunas medidas correctoras, para convertirse en una alerta internacional a la que hay que hacer frente por toda la sociedad de forma inmediata y de manera contundente”.

De esta forma, en esta tesitura y siguiendo el modelo ya implantado por muchos ayuntamientos, gobiernos autonómicos y el propio Gobierno de España, el Ayuntamiento crea en La Isla la figura del Comisionado de la Agenda 2030 “para reforzar la coordinación del trabajo y colaboración de todas las áreas municipales para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.

Y es Fernando López Gil quien se encargará de esta “importante labor”. Desde ya es el responsable del impulso, representación y coordinación en la elaboración y ejecución de la Agenda, así como de los planes, normas y estrategias necesarias para el cumplimiento de la misma, bajo la dependencia directa de la alcaldesa.

Con este nombramiento, se insiste, se afianza el compromiso municipal de hacer de los ODS “el marco de trabajo transversal a todas las políticas del Ayuntamiento para reforzar la acción integrada, aumentar la eficacia, desarrollar políticas transformadoras y hacer una revisión de los progresos conseguidos”.

Cavada dice reforzar así el “camino iniciado” con la creación de las concejalías de Acción por el Clima y Transición Energética. E insiste en “la necesidad y la importancia” de “tejer y reforzar alianzas” con la ciudadanía, las entidades sociales, el sector empresarial y el resto de administraciones “para lograr un nuevo modelo de desarrollo y los objetivos de desarrollo sostenible asignados a las ciudades”.

“NO ES MUY DISTINTO A LO QUE HIZO AYUSO PARA DARLE UN SUELDO A TONI CANTÓ”

“A López Gil no se le contrata por su valía, sino porque le han obligado a dejar su puesto de senador a Susana Díaz, la perdedora de las primarias y apuesta de Cavada y del propio López Gil. Sin cargo en el Senado, la alcaldesa decide rescatar a su amigo en detrimento del asesor Federico Fernández, precisamente el personal de confianza con el salario más alto, casi 57.000 euros anuales”, cuestionan desde la Asamblea Local de IU. “Es un error tratar de enmendar problemas personales de carácter partidista fabricando un comisionado. La mecánica no es muy distinta a lo que hizo Ayuso para darle un sueldo a Toni Cantó”, se evidencia.

En este punto, esta formación sin representación municipal denuncia la “pasividad” de los dos concejales de Ciudadanos en los que el PSOE se apoya para gobernar en la ciudad que “parece que ven con buenos ojos este tipo de movimientos, quizá porque alguno de ellos ya esté más cerca del PSOE que del propio Cs”.

El coordinador local de IU, Gonzalo Alías, considera que la alcaldesa del PSOE afronta “un periodo de gran incertidumbre en su partido a nivel interno” dado su apoyo reiterado a Díaz; de hecho, “el PSOE de Cavada es uno de los pocos reductos del susanismo en la Bahía”.

Otra formación sin presencia en el Consistorio isleño, Plataforma 3R, ha mostrado a su vez su “más enérgica repulsa” a que Cavada “haya recogido los restos políticos provenientes igualmente de buscarle el sitito a Susana Díaz en el Senado”. De este modo, para este partido nacido en su día entre los anti-tranvía se trata de una “indecencia política” que “deja muy claro la prevalencia de los intereses personales y partidistas”, se incide.