La reurbanizada plaza del Rey de San Fernando, sin el vestigio franquista del monumento a Varela pero también casi sin arbolado, luce desde la pasada primavera con los prometidos veladores para los bares alrededor de este punto neurálgico de la ciudad. Y ahora se acaba de conocer que el Ayuntamiento ha licitado un nuevo contrato para plantar ocho sombrillas más que aporten algo de sombra.
Ante ello, el PP ya habla de “descontrol absoluto” y de “despilfarro de fondos públicos”. “Tras los más de 324.000 euros gastados en veladores, ahora el Gobierno de Cavada pretende gastar otros 25.000 euros en sombrillas para tapar sus errores”, remarca la concejala popular Carmen Roa.
Para la derecha local, se trata de “una nueva muestra de una gestión caótica, sin planificación y que provoca un gasto innecesario”. Al que se suma el coste generado por la colocación y retirada de los toldos instalados en el marco del proyecto “impuesto por el PSOE para la principal plaza de la ciudad”.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Roa pone el foco en la “contradicción ambiental” de esta actuación: “resulta absurdo que ahora justifiquen la compra de sombrillas en nombre del cambio climático cuando fue este Gobierno el que eliminó la sombra natural de la plaza cargándose (casi) todos los árboles”.
“CAVADA PADECE AMNESIA CLIMÁTICA”
La reforma de la plaza del Rey, obra tachada por la oposición como “capricho de Cavada” que consumió 1,4 millones de euros (contando los sobrecostes y seis meses de obras adicionales), inaugurada por fin en marzo de 2023, supuso la eliminación de seis laureles de Indias y seis palmeras de gran porte, ejemplares que “aportaban sombra y alivio térmico al centro urbano”.
“La alcaldesa padece amnesia climática: ahora se escuda en la isla de calor para comprar parasoles, cuando fue ella quien arrancó toda la vegetación de esta plaza”, le reprocha el principal partido de la oposición. “Es un gesto incoherente: bastaba con conservar los árboles, pero prefieren gastar decenas de miles de euros en estructuras artificiales para tapar sus propios errores”, se insiste.
“SIN PLANIFICACIÓN NI PARTICIPACIÓN”
El PP sostiene que desde el inicio esta actuación se desarrolló “sin consulta pública ni consenso ciudadano”, obedeciendo a “un capricho estético de la alcaldesa socialista y no a una necesidad real”. Una transformación que se diseñó “únicamente desde criterios de imagen, sin prever sus consecuencias: pérdida de sombra, molestias a hosteleros, incremento del gasto en veladores, y ahora una compra apresurada de parasoles”.
A decir de Carmen Roa, “los isleños merecen saber en qué se gasta cada euro público y por qué se toman decisiones tan erráticas. No vamos a permitir que este despilfarro pase por debajo de la puerta, en cuclillas”.

















