El demandado y demorado colegio de Educación Infantil y Primaria en la zona de Casines, de Puerto Real, comienza al fin a ser realidad, tras además un largo proceso de licitación gafado. La actuación, que cuenta con cofinanciación europea, supone más de 1,4 millones de euros entre proyecto, obra y equipamiento.
El mismo consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ha asistido este miércoles a la simbólica puesta de la primera piedra, en un acto con, entre otros, la alcaldesa Elena Amaya, la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, Ana Mestre, y el delegado territorial de Educación, Miguel Andreu.
El nuevo edificio contará con más de 1.100 metros cuadrados construidos que se edificarán sobre una parcela de 8.910 m2. Dispondrá de seis unidades de Infantil con capacidad para 150 alumnos, habiéndose previsto la posibilidad de ampliarlo en una segunda fase con los espacios correspondientes a Primaria.
En la zona docente se ubicarán las seis aulas de infantil con sus aseos, aulas exteriores y zona común. El área de administración se dotará de despachos para la dirección, jefatura de estudios y secretaría y archivo, sala de profesorado con aseos docentes, conserjería y reprografía, así como despachos para las asociaciones de madres y padres y de alumnado.
La construcción incluirá, además, un comedor escolar, almacén general y aseos no docentes, entre otros. En el exterior se construirán dos porches cubiertos, una zona de juegos y espacio para estacionamiento de vehículos.
En el diseño de este nuevo colegio público, de una planta de altura, se ha tenido en cuenta tanto su distribución interior como su disposición en la parcela de forma que permita una futura ampliación. De este modo, se insiste en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, “cuando las necesidades de escolarización así lo precisen”, se podrán construir los espacios correspondientes a Primaria, de manera que finalmente el centro se configure como un C2, con dos líneas por cada nivel educativo de Infantil y Primaria. En 2018, la Junta aseguraba que esta “ampliación” valorada en más de 2 millones de euros ya estaba consignada en sus presupuestos de ese ejercicio.
Esta obra, contemplada desde el anterior Gobierno de la Junta del PSOE, está incluida dentro del Plan de Infraestructuras Educativas 2017-2018 de la consejería, que se ejecuta a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación.
En octubre de 2017 ya se anunció la adjudicación de la actuación a la UTE Ferson-Helopav. Sin embargo, cuatro meses después, con el contrato firmado, se constató que dicha empresa había abandonado la ejecución de la intervención antes de empezar la obra. De este modo, la Junta tuvo que volver a empezar de cero y volver a iniciar todo el proceso de licitación pública. El pasado mes de abril se terminó de adjudicar esta primera fase a la firma Construcciones Majoin, por algo más de 1,2 millones.