El prometido durante años BAM-IS para la Armada española comienza a ser una realidad. El astillero de Navantia Puerto Real (cuya plantilla acaba de votar en contra a la propuesta del convenio colectivo y del Plan Industrial de la compañía) ha escenificado el inicio de la construcción de este Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática. Este mismo lunes en Navantia San Fernando se ha hecho lo propio con un patrullero contratado por Marruecos.
La maniobra ha consistido en el corte de la primera chapa de un bloque piloto para poner a punto los sistemas productivos. La construcción de este bloque, perteneciente a la parte superior de la cámara de máquinas, permitirá poner en funcionamiento y testar las nuevas herramientas digitales de diseño, control y gestión implementadas en los astilleros. El BAM-IS será el primer buque construido en Matagorda en el que se utilizarán estas herramientas, se resalta en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
El BAM-IS, que llevará el nombre de ‘Poseidón’, será la plataforma especializada y equipada para el salvamento y apoyo al rescate de submarinos. Del mismo modo, será la principal unidad de la Armada española para el apoyo a las operaciones de buceo sustituyendo previsiblemente en 2026 al buque ‘Neptuno’.
La fabricación del BAM-IS, se reitera, responde una necesidad asociada a los submarinos S-80 con el fin de prestar apoyo y garantizar la seguridad de las dotaciones a lo largo de su vida operativa.
ESTA NUEVA UNIDAD PARA LA ARMADA SERÁ CAPAZ DE OPERAR CON EL SISTEMA DE RESCATE SUBMARINO DE LA OTAN ‘NSRS’
El buque diseñado durante meses (con una eslora de 92 metros y una velocidad máxima de 15 nudos) tiene un carácter marcadamente modular. Con su amplia cubierta de trabajo, superior a los 400 metros cuadrados, posibilita la instalación de diferentes sistemas modulares que le permiten configurarse en diversos perfiles de misión: operaciones de buceo, salvamento o rescate de submarinos, protección del patrimonio subacuático, etc.
Para ello cuenta además con una innovadora planta propulsora y de generación eléctrica, basadas en tecnologías con corriente continúa, sistemas de almacenamiento de energía y propulsores cicloidales, que le proporciona la capacidad de mantener un posicionamiento dinámico de gran precisión incluso en condiciones meteorológicas adversas, todo ello, cumpliendo las más exigentes normas medioambientales.
Además, esta futura nueva unidad para la Armada será capaz de operar con el Sistema de Rescate Submarino de la OTAN ‘NSRS’. Esta cualidad, entre otras, le permitirá poder obtener por primera vez para un buque de la Armada española la certificación ‘MOSHIP’ para actuar como buque nodriza de los sistemas de Salvamento y Rescate de submarinos de la Alianza Atlántica. Por otro lado, contará con vehículos no tripulados (ROV) capaces de realizar exploraciones e intervenciones subacuáticas remotamente.
Su construcción (presupuestada inicialmente en unos 166,5 millones de euros) supone una carga de trabajo de 1,3 millones de horas durante tres años y medio; se calcula que generará alrededor de 1.100 puestos de trabajo, incluyendo empleo directo, inducido y de contratas.