El astillero de Navantia Puerto Real, tras la reciente entrega del último de los cuatro petroleros Suezmax firmados en 2015, ha comenzado esta semana uno de los pequeños contratos que tiene en cartera, mientras se concreta faena de envergadura: los trabajos de construcción de las 20 upper jackets para el parque eólico Moray Firth Offshore East, adjudicado por el contratista belga Smulders.
Como ya se anunció meses atrás, estas upper jackets, de aproximadamente 460 toneladas cada una, se construirán en Matagorda, dando continuidad en el sector offshore a las dos subestaciones ya construidas en el mismo para los campos de energía eólica marina East Anglia One y Wikinger (ambos para Iberdrola)
En la actualidad, recuerdan desde Navantia en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, este centro de Puerto Real cuenta con dos programas eólicos en cartera: la estructura flotante para turbina eólica del programa Kincardine y el módulo para la subestación eléctrica para el campo Johan Sverdrup. El encargo para el parque eólico de Moray y para un nuevo cliente “mejora el posicionamiento” de la empresa naval estatal en este “creciente negocio”.
Una vez iniciados los trabajos de fabricación en el astillero, las entregas de estas unidades se han establecido en términos ‘FOB, ready for Load Out’, con previsión de embarque en lotes de dos unidades, siendo la entrega del primero en el último trimestre de 2019 y del último lote en primavera de 2020.
Esta operación aporta trabajo inmediato a este astillero puertorrealeño, “y sirve para consolidar su papel en el mercado offshore”, se insiste, objetivo recogido en su Plan Estratégico de la compañía.
La carga de trabajo en esta fase asciende a 382.000 horas de montadores, soldadores, pintores, y servicios auxiliares, lo que supone unos 250 puestos de trabajo en la zona durante el año que durará el contrato.
Navantia, al hacerse con este contrato, participa en un macroproyecto eólico en el Mar del Norte, un campo eólico de más de 1.000 MW, que ha sido dividido en tres fases (esta primera de 500MW), localizado en aguas territoriales escocesas.
Más allá de estos trabajos relacionados con el sector eólico marino, Matagorda participa en la construcción de los bloques para el programa de las polémicas corbetas de Arabia Saudí (que se llevan a cabo principalmente en San Fernando), y que “son equivalentes a dos buques completos”, lo que supone más de un millón de horas de trabajo y unos 1.000 empleos. Además, en los próximos meses y a lo largo de 2020 en el dique de Puerto Real se van a reparar hasta cinco grandes cruceros (una faena que hasta ahora se concentraba en el astillero de Cádiz), que ocuparán a unas 1.200 personas.