(A Ibrahim Abayat y a Yamil Mahmoud)
Me pregunto si de verdad somos conscientes de la importancia de los momentos, a mi modo de ver históricos, que estamos viviendo casi como protagonistas. Digo casi, porque los auténticos protagonistas son las personas palestinas como lo son Ibrahim Abayat y Yamil Mahmoud, mis hermanos y todo el pueblo palestino a punto de conseguir esa utopía realizable de la paz en Palestina.
Si fuéramos un río seríamos grandes ríos como lo son el Ebro a su paso por Zaragoza o el Guadalquivir por Sevilla. Somos como el Ebro y el Guadalquivir el producto de la incorporación de muchos ríos más pequeños, somos ya en Sevilla y Zaragoza, la suma de muchas voluntades en pro de la Paz y la Libertad de un pueblo, el palestino. Pero nos falta caudal y recorrido para llegar a la utopía del mar.
No nos podemos dormir, tenemos que incorporar muchas más voluntades a este caudal que camina con paso firme hacia el final de esta pesadilla; no lo dudéis, como dice la nana palestina, “dile que las pesadillas siempre se acaban”.
Tenemos que convencer, y solo con nuestra movilización lo conseguiremos, a los gobiernos e instituciones políticas que solo con acciones concretas de aislamiento del sionismo conseguiremos todos la paz, y parar el genocidio en toda Palestina, tanto en Gaza como en Cisjordania o los campamentos palestinos en Siria y en el Líbano. Las palabras, los discursos, están bien, pero con palabras y discursos los sionistas no van a parar, hay que pasar a los hechos.
Si somos el Ebro, ya estamos entrando en el Delta, si somos el Guadalquivir podemos ver a nuestra izquierda Trebujena, Trebujena siempre a la izquierda. Ya podemos oler la brisa salada del mar en los dos casos. Otra brisa salada acaricia las costas de Palestina, y quiero creer que esa brisa nos susurra al oído que estamos cerca, muy cerca.
solo con acciones concretas de aislamiento del sionismo conseguiremos todos la paz, y parar el genocidio en toda Palestina, tanto en Gaza como en Cisjordania
En estas semanas pasadas han vuelto la inmensa mayoría de las personas que han puesto sus caras y sus cuerpos en primera línea para denunciar el genocidio en Palestina. Por supuesto que hay que denunciar los malos tratos que han recibido del ejército y policía sionista, pero quiero recuperar una declaración de la joven participante en la Flotilla, Greta Thunberg: “no centrar la atención en los maltratos y abusos sufridos bajo custodia israelí sino en el genocidio que está siendo. transmitido en directo…”. Sin duda toda una lección de una joven de 22 años.
Por otro lado, puede que Palestina entre en la agenda de los fascistas españoles, sí, me refiero a los Vox, a los Almeidas, a las IDAS Quirón. Pasan de las palabras al acoso a la Casa de Palestina en Aragón, o al intento de robo de la kufilla del cuello de un manifestante en Madrid… Solo recordarles una cosa: ¡no pasarán!
El título de este artículo lo he tomado de la canción de Adolfo Celdrán ‘Canción a las seis de la mañana’, cuyas últimas estrofas son:
“Más la luz va volviendo
Sabemos dónde vamos
Y a nadie se le ocurra
Llevarnos de la mano
¡No duermas hermano!
¡Que la noche se muere
Y el día está llegando!”. DIARIO Bahía de Cádiz