Vecinos del extrarradio de Chiclana reacios a las antenas de telefonía han registrado una solicitud oficial ante el Ayuntamiento solicitando la creación de una o varias Zonas de Baja Radiación (ZBR) “para la protección e inclusión social de las personas afectadas por el síndrome de electrohipersensibilidad, destinadas a ofrecer un espacio seguro y saludable”.
Se propone que se aplique en paralelo con las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que deben implantarse, por ley, en todos los municipios del Estado español con más de 50.000 habitantes, y que en la localidad supondrá ciertas restricciones del tráfico rodado en el centro.
Esta curiosa petición la hace concretamente la Asociación de Vecinos de La Coquina junto a la Asociación Stop Radiación Chiclana, advirtiendo que “no entramos en debates científicos”. Aunque al mismo tiempo pretenden defender su postura en base a lo que llaman “estudios oficiales que siguen las directrices que marca la ciencia, es decir, que a día de hoy es lo que dice la ciencia y sólo puede ser revocado por otros estudios que sigan las mismas pautas y no tengan conflictos de interés”.
“No nos oponemos a las nuevas tecnologías. Apoyamos el acceso a internet por fibra óptica, que no emite radiaciones y permite el acceso a internet de alta velocidad”, se remarca en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
“TEMORES MUY FUNDADOS”
Estos vecinos de la barriada de La Coquina alertan de que en Chiclana, al igual que en otras poblaciones, se están instalando “una cantidad incalculable” de antenas de telefonía inalámbrica de cuarta y quinta generación (4G/5G) “sin ningún tipo de estudios sobre el impacto y repercusiones en la salud humana y el medio ambiente”.
“Esto está despertando los temores muy fundados de la población general que indaga y se informa a través de los miles de ‘estudios científicos oficiales’ que aportan pruebas contundentes sobre los efectos negativos de las radiaciones electromagnéticas sobre la salud humana, animales y en el medio ambiente”, se interpreta.
En este punto se alude a la Electrohipersensibilidad (EHS), “cuyos síntomas incluyen fatiga, dolores de cabeza, insomnio, mareos y otros trastornos derivados de la exposición a campos electromagnéticos y radiaciones de radiofrecuencia”. Con todo, se trata de un síndrome no reconocido oficialmente por la comunidad médica ni por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pese a esos variopintos estudios que recopila esta asociación vecinal junto a su solicitud.
ZONAS DE BAJAS RADIACIONES EN ÁREAS NATURALES
En cuanto a la propuesta de implantar en el término municipal esas Zonas de Bajas Radiaciones, se sugiere que se establezcan “en áreas naturales protegidas y/o de esparcimiento, donde ya existe un menor impacto de radiaciones electromagnéticas y se pueda garantizar un entorno saludable tanto para las personas como para la flora y fauna”. Y si puede ser, empezando por su entorno de La Coquina, junto al Parque Natural Bahía de Cádiz.
Estas zonas, se añade, “no solo beneficiaría a las personas afectadas por EHS, también mejoraría la calidad de vida y salud de las personas vulnerables y niños, además de posicionar a Chiclana como una ciudad pionera en la protección de la salud y el medio ambiente, reforzando su compromiso con la sostenibilidad y la inclusión social”.
Dichas Zonas de Bajas Radiaciones deberían señalizarse “para informar a los ciudadanos sobre la naturaleza y propósito” de las mismas; promocionarse para actividades al aire libre y espacios de descanso libres de contaminación electromagnética; y limitarse en las mismas las emisiones de radiofrecuencia (Wi-Fi, antenas de telefonía móvil, etc.).
“Confiamos en que esta iniciativa será valorada positivamente por su relevancia social, ambiental y sanitaria”, cierra esta asociación vecinal su escrito dirigido al Gobierno local de PSOE-IU, que de momento ha preferido no pronunciarse al respecto.