CARTA AL DIRECTOR enviada por: Martín Martínez Martínez, de Barcelona
Por inercia desplazamos el cuerpo hacia adelante, cuando el autobús frena. O nos desplazamos hacia la puerta de la derecha, cuando el conductor gira bruscamente hacia la izquierda. Y complicando más la cosa: por inercia, seguimos saludando con la mano derecha, aunque ya no necesitamos demostrar que no empuñamos un arma, como pasaba en el pasado.
Por inercia seguimos usando el nombre del objeto antiguo para referirnos al objeto evolucionado, es decir seguimos usando palabras que han perdido su significado literal: pluma, pizarra, nevera, carretera, película, salpicadero.
El significado literal de estas palabras se ha quedado en el pasado: la pluma de ave que servía para escribir. El pozo o armario, lleno de nieve traída de las montañas. La piedra de pizarra, sobre la que se escribía. El camino por el que pasaban los carros. La tira de material fotosensible que tenía una “película o piel” de emulsión química. La plancha, que en los coches de caballos, te protegía de las salpicaduras…
Y por inercia seguimos confiando en la justicia, aunque, en los niveles altos, todos los investigados no son culpables y todos los culpables no son investigados. DIARIO Bahía de Cádiz










