PASE DE CUARTOS DE FINAL
Dos milenios después, entra el Chapa en modo bárbaro, y con unas luces y unos humos ideales para hacerles una foto decente (modo ironía, nótese, porfavó)…, “hay una ciudad que se queda sin aliento, que vivió mejores tiempos, con pasado y sin presente, que se apaga lentamente, con un porvenir cada año más oscuro, quién te ha visto y quién te ve… yo quiero soñar que pa darte nueva vida, tus hijos como bárbaros traerán, un gran huracán de salvaje rebeldía… Cádiz agonizando, con el censo bajando, Cádiz necesita juventud”. El coro ‘¡Qué barbaridad!’ saluda salvajemente. La siniestralidad laboral, a primera plana en un tango: “cada vez que se mata un obrero subido a un andamio buscándose el pan, qué invisible este genocidio… y por lo visto toda esa sangre ni al empresario ni a los inspectores va a salpicar… de esa sangría nadie quiere hoy hablar… asco y vergüenza, que si en el tajo muere un obrero, la muerte suya vale por dos”. La segunda letra viene con aviso, que “algún tonto dirá que soy facha”, dándole caña al autodenominado gobierno más progresista del mundo mundial, de “falsa izquierda” e “izquierdita de dulcinea”, con ciertos argumentos: ·presidente de palo y cartón, yo te acuso por alta traición a los saharauis, que ante Bruselas y ante la OTAN, vas arrastrando tu condición, caudillo de la mentira que a tus propias bases has traicionado… la posmoderna sonrisa, la mariposa con el veneno del escorpión, liberal reprimido, quién maneja tus hilos… tú no eres ni has sido nunca la izquierda mía, mi izquierda grita revolución, y tú sólo eres un mentiroso, un miserable y un impostor”. Me parece que va por Pedro, Juan. Pepe y Pablo enfoscan los cupleses, el segundo con bastinaso rebuscado al tercer intento. Qué barbaridad, qué barbaridad, esto no es normal… el precio de la hora extra que cobra un guardia municipá… si no te gustan los toros, pa qué caraho te mete en ná. Mejor que pase ese popurrinaso energético de denuncia y compromiso que te deja al borde de la conmoción, soñando con un Cádiz de tanatorio que renace…, “Cádiz hundiéndose, hace lo mínimo, ya no es metrópolis, ni en lo económico, ni en lo urbanístico… Cádiz geriátrico, Cádiz raquítico, decrepito, jurásico, diabético, protático, afónico, escuálido, y es tan estrambótico, es tan dramático, como no pongamos pronto pie en pared, pobre Cádiz la vejez que va a tener… si hay una esperanza, esa es tu generación, porque sólo está en tus manos el futuro de esta tierra, mi tierra, mi tierra… que vuelva el Cádiz salvaje, echando coraje, sin miedo y heridas, que la juventud nos devuelva la vida… únete a este grito libertario, por la gente, por mi tierra, que las calles hoy son nuestras, son nuestras”. ¡Que este mundo es de la gente! Juan, qué barbaridad.
(extracto de la crónica diaria de la 3ª de cuartos del COAC 2025, AQUÍ)
PASE DE PRELIMINARES
Va telón. ¡Esa freidora! Salvaje rebeldía para despertar a una Cádiz, aburrida, triste y envejecida, domesticada, aburguesada…, “la la la la la la, Cádiz necesita juventud… hay una ciudad con pasado y sin presente, que se apaga lentamente, cada vez te queda menos gente y menos piel, con un porvenir cada año más oscuro, quién te ha visto y quién te ve… Cádiz necesita juventud”. Guerrera presentación. El coro libertario con identidad propia del Chapa, Miguel Ángel García Argüez, en modo bárbaro, jarto y al ataque: ‘¡Qué barbaridad!’. Y la Pepa atrás, decapitada, ejem. Tango-piropo ese primer espadazo, que uno puede estar encoñao pero tener los pies en el suelo…, “aunque te cante verdades, yo nunca quisiera herirte, soy guerrero y amante de tu rico diamante y tu oscuridad… y nunca olvides, que cuando digo que yo te quiero, es que te quiero y es de verdad”. Y cañonazo a los madriles ayusista…, “podrá ser capital de este reino… de la cervecita y de la libertad… y de muchas cosas más, pero espera un momento, ¿capital de flamenco?, ¡y un caraho chaval!… no me lo quieras arrebatar, porque el flamenco es de Andalucía, de Andalucía y de nadie más”. “Qué barbaridad, qué barbaridad, esto no es normal, gastarse millón y medio en lucecitas de navidad, qué barbaridad… quedarse con los dineros de los chiquillos del carnavá, qué barbaridad”. Doble estribillo para darle aire a unos cuplés… bueeeno…, un tsunami hipotecario y Echenique “no sé de qué pie cojea”. ¿Todavía estamos con lo del casoplón? No sé no sé, Juan. Peeeero, vaya popurrinaso peleón, esperanzador-soñador pese a la ciudad decadente que dibuja: “pobre Cádiz, la vejez que va a tener… Aguantamos y aguantamos, aquí el que más resista es el que gana al final, levanta el vaso y larga vida a los que aguanten… Se me va, el tiempo entre las manos se nos va… esa rueda de los años que no deja de girar, el tiempo que no tiene marcha atrás… por eso si eres joven, si vienen a robarte el futuro y tu alegría, responde con pasión y rebeldía… y a galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar… si hay una esperanza, sólo es tu generación, sólo está en tus manos esta tierra, mi tierra, mi tierra… Que vuelva el Cádiz salvaje, que empiece el viaje mirando al futuro, que la juventud nos devuelva la vida… únete a este grito libertario, que las calles hoy son nuestras”. Te tienes que rendir ante estos coristas de palabra fiera, siempre comprometidos, siempre diciendo cositas. Y siempre evocando a aquello de “¡¡el futuro es de la gente!!”. A Juan lo han derrotao. DIARIO Bahía de Cádiz
(extracto de la crónica diaria de la 13ª clasificatoria del COAC 2025, AQUÍ)
FICHA DE LA AGRUPACIÓN
Coro: ‘¡Qué barbaridad!’
Localidad: Cádiz
Autoría letra: Miguel Ángel García Argüez
Autoría música: Miguel Ángel García Argüez
Dirección: Francisco Jesús Doeste Armario
Representante legal: Francisco Jesús Doeste Armario
En 2024: ‘El gremio’
