“Nos hemos arrastrado en muchos campos. Yo he sentido vergüenza después de algunos partidos”. Es uno de los titulares que ha dejado sobre la mesa el presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, que este miércoles ha hecho ya balance de la nefasta temporada 2024/2025, pese a que todavía queda una jornada, este domingo en Oviedo, para que llegue un fin de curso deseado por todos: afición, jugadores y la propia directiva.
Puntual a la cita, y durante más de una hora respondiendo las esperables preguntas de la prensa, el presidente ha querido expresarse tras un tiempo “prudencialmente callado”. Y no ha dudado en ponerle nota la campaña: “muy deficiente”. “En invierno, cuando nos dimos cuenta de que este año no habíamos dado con la tecla, lo primero que se me vino a la cabeza era el miedo al descenso. Éramos un barco enorme a la deriva y, desde ese momento, empezamos a intentar cambiar”, ha admitido.
Pero antes de avanzar, Vizcaíno se ha referido a la crispada afición, sin olvidar que hace apenas unos días la misma Federación de Peñas Cadistas emitía un comunicado expresando que el cadismo vive uno de sus peores momentos “deportivos y anímicos” de la historia reciente.
“Hago dos lotes, los aficionados enfadados con razón con su equipo y yo los respeto, yo también lo estaría; y los que mediante el insulto intentan acaparar el protagonismo en la grada. Que me llamen mafioso en una pancarta, me digan hijo de puta o muérete, me parece que no es de recibo. Y vamos a perseguir y a echar el estadio a los que insultan. Tenemos el mismo derecho a que nos respeten los dirigentes que los jugadores o los periodistas”, ha advertido.
Más adelante volvía a la cuestión: “cuando se gana, las cosas se ven de una forma, y cuando se pierde se ven de otra. Hay distanciamiento aparte de por el tema deportivo porque cuando se pierde hay algunas cantinelas, unas de verdad, otras no, que hace que la gente se cabree… pero aquí estamos para tender la mano a todo el mundo y partir de cero, e intentar ilusionar. El que paga el carné de abonado tiene derecho, hasta el límite del insulto, a decir lo que le parezca, y creo que es sano. Nosotros hemos crecido a base de críticas”. Y tiene claro que “ganando partidos es todo más fácil”.
“NO DETECTAMOS LA FALTA DE HAMBRE DE ALGUNOS JUGADORES”
“No he dejado de pensar -ha subrayado- en que el verano pasado, sobre el papel, hicimos los deberes, (a la hora de confeccionar el equipo en su caída a Segunda), y Paco López lo querían todos los clubes en Segunda, pero no detectamos la falta de hambre de algunos componentes, quizás hastiados ya de vestir esta camiseta. Así que hay que partir de cero, cambiar radicalmente la composición de la plantilla”.
Aunque, ha añadido en otra de sus reflexiones recogidas por DIARIO Bahía de Cádiz, “no entiendo que se le pite o insulte a uno de los nuestros durante un partido; los momentos que he vivido esta temporada de mofa con algún jugador, no lo comprendo, aunque lo haga mal en el campo”. “Personalmente estoy decepcionado con muy pocos, profesionalmente con muchos, la mayoría no ha dado la talla, no ha tenido el hambre suficiente, no ha sabido entender la categoría”, ha manifestado durante la comparecencia.
Sin dejar el vestuario, el presidente cadista ha señalado que en el último mercado de invierno, cuando llegaron dos refuerzos de Primera Federación y salieron hombres como Kouamé y Alejo, “lo que hicimos fue empezar a recomponer el club y la plantilla pensando en la temporada siguiente”. Y ya avanza que de cara al curso venidero, “buscamos jugadores con hambre de verdad, que tengan ganas de crecer, de ver al Cádiz en Primera. Con esos ojos vidriosos que tenían en 2017, 2018 y 2019, cuando ascendimos creyendo”.
Para Manuel Vizcaíno, ese hambre “no significa que todos tengan que tener 20 años, se demuestra con la vergüenza a la hora de competir y con el amor a unos colores y a un proyecto. Es lo que buscamos y, al final, nos saldrá una plantilla acorde a la historia del club, y espero que más competitiva que este año”.

“HEMOS GASTADO MAL LA BALA DE LA AYUDA AL DESCENSO”
Eso sí, ha admitido que para la 2025/2026, tocará apretarse el cinturón, “y a todos nos duele el bolsillo, empezando por el presidente”, tocando a la plantilla pero igualmente a los trabajadores del club, y es que “hay lujos y servicios que teníamos que ya no vamos a tener”.
“Hemos gastado mal la bala de la ayuda al descenso, por lo que vamos a tener un recorte significativo de los ingresos -ha evidenciado- pero, aun así, tendremos que trabajar en que todas las rescisiones, traspasos o salidas pactadas con los jugadores sean lo menos gravosas posibles para el club, o lo más beneficiosas, para conformar una plantilla competitiva; con la ambición de conseguir los 50 puntos lo más pronto posible para después seguir soñando con algo que pasará seguro, no sé cuándo, pero que es volver a Primera”.
Un nuevo proyecto que no duda que tendrá en el banquillo a Gaizka Garitano: “desde el día que le contraté para no descender, que fue para eso, tenía otro año de contrato. Es un hombre con experiencia, que se ha adaptado perfectamente con su carácter vasco. A mí me vale que gane partidos y Gaizka los ha ganado”. Al tiempo, ha anunciado, sin dar nombres, que “habrá una reestructuración de la dirección deportiva; sin perder el norte para que sea más práctica, menos populista”.
“QUEREMOS QUE LA CANTERA SIRVA AL PRIMER EQUIPO”
Y en ese Cádiz espera que esté Bojan Kovačević, “vamos a ejecutar la cláusula de compra”, pero da casi por hecho que ya no se vestirá de amarillo el actual capitán, Álex Fernández: “creo que en su cabeza piensa que ha terminado su ciclo. Le dije que él saldrá del club como él quisiera. Es un jugador que lo ha dado todo siempre. La temporada pasada, con el descenso, buscó acomodo en un proyecto que lo ilusionara y este año sé que lo está haciendo”.
A Vizcaíno también se le ha preguntado por la cantera, tras el descenso del Mirandilla a Tercera RFEF y de otros equipos inferiores. Según el presidente, “desde hace tres años más o menos tomamos la decisión de que tiene que dar frutos, más allá de los resultados. El haber apostado por juveniles en el filial, que vamos a seguir haciéndolo, ha hecho que haya caído a una categoría que no es tan lejana a su histórico habitual. Era importante que jugadores como Almagro, Juan Díaz, Pereira, Raúl López, Nacho Vizcaíno, Javirro, Ismael o José González, todos juveniles o en su primer año senior, jugaran. Queremos que sean jugadores que sirvan para el primer equipo; como Borja Vázquez tras este año de madurez en el Sanluqueño”.
“CADA DÍA QUIERO MÁS A CÁDIZ”
Entre otros temas, el presidente ha subrayado que tras más de una década al frente del Cádiz CF, su intención es seguir, “y con Rafael Contreras, seguro”. “Yo estoy ilusionado, me gusta lo que viene. Tengo más experiencia, voy a seguir sin arrugarme, y sin tomar decisiones por gritos de la grada, o por noticias de mercenarios de la comunicación”.
“Estoy feliz en Cádiz, a pesar de ser de Sevilla; le tengo mucho cariño a la gente de Cádiz, respeto mucho a Cádiz. He vivido la Cádiz profunda, me siento un gaditano más. Cada día quiero más a Cádiz y estoy enamorado de Cádiz. Cuando me vaya (del club), dentro de muchos años, esta ciudad será parte de mi vida y de mi corazón, y quiero seguir con una vivienda aquí para darme un paseíto de vez en cuando, sin GPS”.
En su larga comparecencia Manolo Vizcaíno también ha hablado de la famosa inspección de Hacienda a la entidad y jugadores, “una inspección rutinaria, no tiene más historia”; de Sportech City, un proyecto que “está más vivo que nunca” y “va a ser donde le interese al Cádiz” (sin desvelar si sería en los terrenos de Delphi o en otros de El Puerto); de la marcha de un histórico como Salvador Chirino como delegado de campo, aseverando que “no hay nadie en el club que lo haya defendido más que yo, pero creo que se ha equivocado”; de Suso, con otras ofertas más importantes que las del Cádiz, “por lo que yo veo pocas posibilidades de que venga”; sobre el “ambiente bueno” dentro del club como empresa; los precios de los abonos, que no se conocerán “hasta el 9 de junio”; y hasta del accionista estadounidense Ben Harburg, de quien ha dejado caer que está vinculado con la administración Trump.