La subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores, avanzó el pasado diciembre que el Ministerio de Memoria Democrática tenía sobre la mesa la aplicación de las leyes de memoria histórica sobre el veterano puente José León de Carranza, que une Cádiz y Puerto Real.
Desde entonces se han ido lanzado posibles nuevas denominaciones para olvidar las reminiscencias franquistas de su nombre original. UGT Andalucía pedía días atrás que pase a conocerse oficialmente como ‘puente de los Astilleros’ o ‘puente de la Bahía Obrera’; coincidiendo en gran medida con la propuesta que ya dejó caer la propia subdelegada socialista.
Y también se conocía semanas atrás que Sumar apostaba mejor por rebautizarlo como ‘puente Rafael Alberti’. Al respecto, Esther Gil de Reboleño, la única diputada en el Congreso por la provincia de esta coalición de izquierdas (que cogobierna junto al PSOE en España), ha convocado a la prensa en la Barriada de la Paz, con el todavía puente Carranza al fondo, para defender su propuesta.
Al respecto, ha anunciado que Sumar ha puesto en marcha una recogida de firmas en internet exigiendo la supresión del nombre ligado con la dictadura, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
“UNA FORMA HERMOSA Y JUSTA DE RENDIRLE HOMENAJE”
“Miles de personas cruzan un puente que rinde homenaje a un representante del franquismo y creemos que ya es hora de cambiar las cosas. Proponemos algo sencillo, hermoso y justo: que pase a llamarse ‘puente Rafael Alberti’. Porque Rafael Alberti fue Cádiz. Fue mar, fue exilio, fue poesía y fue lucha por la democracia. Fue cultura popular, compromiso político y libertad. Y nunca dejó de escribir ni de soñar con su tierra”, se argumenta en esta campaña (que se puede apoyar AQUÍ).
Pero para el espacio político encabezado por la vicepresidenta Yolanda Díaz, Alberti sobre todo fue y es “un referente moral e intelectual para varias generaciones, y su memoria sigue viva en la cultura y en el imaginario colectivo de Cádiz, Andalucía y España”.
“Vincular su nombre a una infraestructura que simboliza la conexión de Cádiz con el resto de la Bahía, un puente entre orillas, como él lo fue entre mundos y exilios, es una forma hermosa y justa de rendirle homenaje”, se defiende en la información recogida por DIARIO Bahía de Cádiz.
MÁS DE MEDIO SIGLO CON NOMBRE FRANQUISTA
Este puente con más de cinco décadas de vida (y ya algo aliviado de tráfico tras la inauguración en 2015 del segundo puente sobre la Bahía, el puente de la Constitución de 1812), tras dos años y medio de obras (y unos 680 millones de las antiguas pesetas) se ‘bendijo’ el 28 de octubre de 1969, entrando en servicio el 4 de noviembre.
Se le puso el nombre del alcalde franquista José León de Carranza (entre 1948 y 1969), hijo de Ramón de Carranza (otro alcalde de la capital gaditana vinculado con la sanguinaria dictadura que daba nombre al estadio municipal, ahora Nuevo Mirandilla, y que la derecha y el propio Cádiz CF sueña con recuperar); murió en mayo, así que por unos meses no lo vio listo. Se dice que Francisco Franco pidió que al puente no se le pusiera su nombre, como era lo esperable, si no que se llamase como el regidor que impulsó su construcción.