Las obras de construcción de la estación de autobuses de Cádiz, en la avenida de Astilleros, culminarán a lo largo de noviembre. Actualmente se encuentran ejecutadas al 90%. No obstante, y dado que aún no se han adaptado los accesos ni se ha solucionado el suministro de agua y electricidad –trabajos que dependen del Ayuntamiento y de Adif-, la Junta, que está detrás de esta actuación prometida desde hace años, estima que no podrá estar funcionando hasta principios de 2016.
Las obras de construcción de la estación de autobuses de Cádiz culminarán a lo largo del próximo mes de noviembre. Actualmente se encuentran ejecutadas al 90%. No obstante, y dado que aún no se han adaptado los accesos ni se ha solucionado el suministro de agua y electricidad por parte del Ayuntamiento y de Adif, se estima que la nueva infraestructura no podrá estar funcionando hasta principios de 2016.
Lo anunciaban hace unos días el delegado del Gobierno andaluz, Fernando López Gil, y su delegada territorial de Fomento y Vivienda, Gemma Araujo, en una visita a los trabajos. La intervención, que comenzó en el mes de noviembre del pasado año –tras años demandándose, planteándose y prometiéndose-, supone una inversión de 2,8 millones de euros, cofinanciados con fondos europeos. Aunque en este gasto también se incluye la instalación de gran parte de las marquesinas del proyecto de la futura línea 1 del tranvía de la Bahía de Cádiz.
Una vez culminada la obra civil, habrá que afrontar las obras de acondicionamiento de los accesos desde la avenida de Astilleros y las concesiones de abastecimiento, suministros y eléctricas, una solución provisional adoptada por el Consistorio y por Adif –perteneciente al Ministerio de Fomento- para permitir la puesta en servicio de la estación, lo que está previsto para principios de años, antes de la remodelación definitiva de la Plaza de Sevilla y de la avenida de Astilleros. Por parte de la consejería de Fomento queda por ejecutar la conexión con la estación de ferrocarril, que se va a hacer, a través de la Agencia de Obra Pública, mediante ascensor, según se ha trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz.
La estación intermodal, que está situada en la avenida de Astilleros, se está construyendo en una parcela de más de 4.000 metros cuadrados, próxima al nudo de transportes que representa la Plaza de Sevilla, que se quiere convertir en un núcleo intermodal en pleno centro de la capital con la llegada del tren, autobús, tranvía, bicicleta y catamarán.
El nuevo equipamiento –una revisión a la baja del proyecto original, mucho más caro- cuenta con ocho dársenas para parada de autobuses convencionales y dos instalaciones más destinadas a vehículos articulados, todos ellos con sus respectivos andenes y un espacio abierto de 575 metros cuadrados que albergará sala de espera, sala de control, tres taquillas, una dependencia para información y consigna, aseos, almacén y área para concesión de bar o máquinas de venta. La estación tendrá acceso a aparcamiento de bicicletas y coches.
“SE AVANZA EN EL COMPROMISO DE POTENCIAR UN TRANSPORTE CADA VEZ MÁS SOSTENIBLE”
Durante la visita a las obras, López Gil manifestaba que, con la finalización de la construcción de esta estación de autobuses –Cádiz es hasta ahora la única capital andaluza sin este equipamiento- “la Junta de Andalucía, dentro de sus competencias, avanza en el compromiso de potenciar un transporte cada vez más sostenible, que aporte mayor calidad y seguridad a la población y que interconecte los diferentes medios de transportes para la ciudadanía”.
El delegado del Gobierno resaltó la “gran calidad” de las nuevas instalaciones que “interconecta la estación del tren, donde pronto llegará la alta velocidad, el futuro tranvía, la terminal marítima y el carril bici, lo que aportará comodidad a la ciudadanía y permitirá conectar Cádiz con el resto de los municipios de la provincia”.
Por su parte, Gemma Araujo, mostró su esperanza en que el acondicionamiento de los accesos y el suministro de agua y electricidad, compromiso adquirido por el Ayuntamiento, se haga a la mayor brevedad posible “para que sea posible ofrecer el mejor servicio a los ciudadanos y hacer que esta estación de autobuses sea atractiva y provoque en la ciudadanía un cambio de hábitos, de manera que se vaya abandonando el transporte en vehículo privado en favor del transporte urbano colectivo y de una mejora en la calidad de vida, del medio ambiente y del fomento de la economía”, sentenciaba.
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