Ante el estado de deterioro del aliviadero de pluviales de la playa de Santa María del Mar, en Cádiz, el Ayuntamiento ha insistido en reclamar soluciones “urgentes” a la Junta de Andalucía. “A nivel técnico nos preocupa muchísimo”, ya que “las piedras se están cayendo” y podrían afectar también al emisario, asevera la concejala y presidenta de la empresa municipal Aguas de Cádiz, Ana Fernández.
“Desde Aguas de Cádiz hemos hecho un anteproyecto que se puede ofrecer a la Junta para que se lleve a cabo, pero ahora mismo estamos atados de pies y manos”, apostilla, ya que es competencia de la administración autonómica llevar a cabo las reparaciones pertinentes en esta infraestructura. Desde 2014 se viene comunicando sucesivamente este problema y aportando soluciones, “pero nunca se ha recibido respuesta”.
Por ello, “ante la nula respuesta”, desde el equipo de Gobierno se avanza en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que se estudiará si se llevan a cabo acciones jurídicas “ya que la responsabilidad es de la Junta y así lo establece el convenio marco firmado con el Ayuntamiento”.
CON PROBLEMAS DESDE SU CONSTRUCCIÓN
Ante esta “inacción” del Gobierno andaluz, ahora de derechas, el Consistorio se ha visto obligado a intervenir recientemente realizando obras de urgencia para evitar posibles riesgos para los viandantes y los usuarios de la playa.
En los últimos meses la situación del aliviadero de pluviales de Santa María del Mar ha empeorado debido a la inestabilidad de esta infraestructura ante la dinámica del litoral y los temporales periódicos a los que se ve sometida. Y se insiste que un posible colapso de este aliviadero podría conllevar importantes consecuencias de índole ambiental y sanitaria, por lo que “nos preocupa muchísimo que la Junta no actúe de manera urgente”.
Estas obras corresponden al convenio marco para la ejecución de obras de saneamiento y depuración de aguas residuales en la ciudad suscrito entre la Junta y el Ayuntamiento. La Agencia Andaluza del Agua proyectó tres aliviaderos de aguas pluviales en La Paz-Puntales, Cortadura y Santa María del Mar, que vierten mar adentro mediante emisarios submarinos para evitar los desagües directos en los paseos marítimos. Las obras, en las que se invirtieron unos 8 millones de euros, comenzaron en 2007 y se dieron por terminadas en 2011.
Sin embargo, ya durante la ejecución hubo que subsanar defectos de construcción, y en 2009 el colector quedó al descubierto por efectos de las mareas provocando la rotura del paseo marítimo que se proyectó para la protección de la conducción. Durante la obra, por tanto, se decidió modificar la protección colocando bloques de hormigón, pero no se garantizó la protección frente a la regresión de la playa por lo que los deterioros siguieron y se produjeron nuevos y mayores daños en 2014, en 2016 y en 2018 ya que los temporales destruyen la protección.
La última obra de emergencia la acometió Aguas de Cádiz en julio de 2020, y consistió en la recolocación de los bloques desprendidos. Además, acotó la zona ante el peligro que supone para los usuarios de la playa.