La Sala Rivadavia, en Cádiz, acoge hasta el 12 de julio (con acceso libre) la exposición ‘Be water, my stain’, con obras de la pintora Pati Baztán, natural de Mérida aunque residente en Barcelona.
Se da la circunstancia de que esta artista extremeña ha expuesto su obra en lugares del mundo tan diversos como San Francisco (EEUU), Mikonos (Grecia), Madrid o Barcelona, pero nunca había mostrado su obra en Andalucía, “por eso estamos tan orgullosos de que su primera exposición en nuestra tierra sea en esta Sala Rivadavia”, resaltaba la diputada provincial de Cultura de la Diputación, Vanesa Beltrán, en la presentación de la muestra.
Una iniciativa que dice obedecer a la apuesta de la Fundación Provincial de Cultura por traer a la capital gaditana “propuestas que van más allá de nuestras fronteras provinciales, de modo que el público que nos visita pueda conocer el trabajo que realizan grandes artistas que se reparten por toda la geografía nacional”.
Una de las grandes características de las obras de Pati Baztán es su técnica propia autodenominada ‘Earth Skin’. Se trata de “una textura de apariencia satinada, realizada con pigmentos naturales al agua, que se contrapone al vacío mate y crudo de la tela del lienzo. Podría parecer una piel orgánica, con sus arrugas de vejez y sus partes tersas de juventud”, aclaraba la artista en esta puesta de largo.
“VOLVER AL INSTINTO PRIMARIO”
Baztán cultiva en su trabajo el género abstracto, ya que considera que es el tipo de arte que permite al espectador y a ella misma “volver al instinto primario, al sentir que nos conecta interculturalmente a nivel mundial”. Su objetivo final, se remarca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, es “intentar llegar a esa emoción que todo ser humano comparte”.
Pati Baztán es licenciada en Arquitectura por la Universidad de Barcelona, pero más allá de esta disciplina, también ha cursado estudios de dibujo y pintura en Serbia o en el estudio del artista Iñigo Ormazábal, lo que deja entrever su interés “por conocer técnicas artísticas diversas que le permitan expresarse y comunicarse a través del arte”.
“Con mi trabajo intento acercarme a esa realidad pausada de la observación, del no raciocinio. Hablo de vacío y densidad, de luz y sombra, de transformación. Un intento silencioso de escucha apartada donde los motores generadores son el instinto y la intuición. Como si cada obra hubiera emergido de la naturaleza y fuera como es porque no puede ser de otra manera, donde la duda y la discusión intelectual no tienen lugar. Porque, al igual que no es necesario entender la forma de una piedra, las manchas emergen en la tela de forma natural”, explica la artista en su web.