Salinas y esteros de San Fernando y Cádiz están sufriendo un “deterioro creciente” como consecuencia de la falta de mantenimiento y del abandono progresivo de estos enclaves únicos de la Bahía de Cádiz.
Es una evidencia que ahora constata y sistematiza el proyecto Salemprende, realizado por el Centro Tecnológico de Acuicultura (Ctaqua), con sede en El Puerto, con fondos de la Diputación. El mismo pone cifras a esta realidad tras cartografiar, documentar y analizar 28 salinas transformadas, tres en el término municipal de Cádiz y 25 en el de San Fernando, de las cuales 22 están ubicadas dentro del Parque Natural Bahía de Cádiz.
Los resultados del estudio permiten comprender con mayor precisión la situación actual y ofrecen una base sólida para tratar de impulsar la recuperación de estos espacios, calculando los costes necesarios, fomentando actividades tradicionales como la extracción de sal o la acuicultura, e identificando nuevas oportunidades de uso productivo, que abarcan desde el turismo y el marisqueo hasta actividades culturales, recolección de vegetales e iniciativas de investigación y educación.
Este estudio refleja una situación heterogénea en estos enclaves en suelo de la capital y La Isla: solo un 7% de las salinas presentan un estado muy bueno, un 18% bueno, un 32% regular, un 14% malo, un 25% muy malo y un 4% irrecuperable. Esta evaluación se ha basado en el estado de las vueltas de fuera, compuertas, estructura interior, caseta salinera y caminos principales de cada salina.
En el apartado “irrecuperables” se reflejan aquellos espacios sin viabilidad técnica ni económica de restauración. Este el caso de la salina San Nicolás, en San Fernando, que “se confirma como la primera pérdida total registrada en la Bahía”.
“LA REACTIVACIÓN PRODUCTIVA ES TAMBIÉN UNA HERRAMIENTA DE PRESERVACIÓN AMBIENTAL”
En conjunto, un 64% de las salinas están inactivas, mientras que el 21% mantiene algún tipo de actividad. Entre las mejor conservadas destacan las salinas de San Vicente, El Estanquillo y Preciosa y Roqueta, todas ellas explotadas. El 50% de las salinas activas alcanza niveles de conservación buenos (17%) o muy buenos (33%), confirmando la estrecha relación entre el uso activo de las salinas y el buen mantenimiento del espacio.
“Aquellas en las que se desarrollan actividades económicas, como la acuicultura, la extracción de sal o proyectos de biodiversidad, presentan óptimos niveles de conservación. Esto confirma que la reactivación productiva de estos espacios constituye, además de una oportunidad económica, una herramienta eficaz de preservación ambiental”, resalta el responsable del proyecto en Ctaqua, explica Sergio Aranda.
MARCADAS LAS ACTIVAS, INACTIVAS Y DISPONIBLES
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se remarca que los resultados de Salemprende confirman el potencial de las salinas y esteros de San Fernando y Cádiz como “espacios estratégicos para el desarrollo de modelos sostenibles de economía azul, integrando usos tradicionales y actividades emergentes como el turismo de naturaleza, la educación ambiental o la investigación aplicada”.
Sin embargo, la puesta en valor de estas oportunidades, se añade, “requiere avanzar en la simplificación administrativa, fomentar acuerdos público-privados y buscar financiación específica para la recuperación de infraestructuras básicas”.
En este sentido, el proyecto ha incorporado una clasificación complementaria que diferencia las salinas en función de su uso y situación administrativa: “con esta mejora ofrecemos una visión más completa, distinguiendo entre salinas activas, inactivas y disponibles. De esta manera se puede saber de forma precisa su tipo de ocupación, estado de concesión y potencial para acoger nuevos proyectos”.
DE ‘SALINNOVA’ A ‘SALEMPRENDE’… Y EN 2026 ‘SALBAHÍA’
Este trabajo desarrollado este 2025 con Salemprende tiene como precedente el proyecto Salinnova, que en 2024 ya permitió diseñar una metodología de evaluación para determinar el estado de conservación de las salinas de Chiclana. En ambos casos, Ctaqua ha financiado la iniciativa acogiéndose al programa DipuInnova Plus de la Diputación.
E igualmente con recursos de la institución provincial, para 2026 se prepara el proyecto Salbahía, una nueva etapa que incluye salinas de El Puerto de Santa María y Puerto Real, y que propondrá el desarrollo de pilotos demostrativos de cultivos acuícolas innovadores como modelo de referencia para atraer inversión y explorar la financiación mediante créditos de carbono azul.
“PARTE ESENCIAL DE LA IDENTIDAD DEL LITORAL GADITANO”
Este conjunto de iniciativas “configura una hoja de ruta única orientada a recuperar el valor ambiental, social y económico de las salinas de la Bahía de Cádiz”, se apostilla.
A colación, Ctaqua invita a las administraciones, empresas y centros de investigación a aprovechar los resultados que está revelando “para seguir impulsando la recuperación de estos espacios, garantizando la conservación de un patrimonio natural y cultural que forma parte esencial de la identidad del litoral gaditano”.
Entretanto, desde hace unos años representantes del sector acuícola y salinero de los esteros de la Bahía y de la Junta de Andalucía trabajan en la posibilidad de que estos enclaves puedan llegar a ser designados Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).













