Aguas de Cádiz ha celebrado consejo de administración. En el mismo, su presidente Ignacio Romaní, informó del “plan de actuación” que se ha desarrollado en las últimas semanas en el barrio de Loreto después de tener que cortarse el suministro a los vecinos ante la aparición de bacterias en las analíticas de agua. En total, se vieron afectados unos 13.000 vecinos, y algunos de ellos estuvieron más de 13 jornadas sin agua en sus grifos. Las explicaciones ofrecidas por los técnicos avalan que “la red general de abastecimiento se encuentra en perfecto estado”.
El consejo de administración de la empresa municipal Aguas de Cádiz se celebraba en la mañana del día 28. En el mismo, su presidente y concejal de PP, Ignacio Romaní, informó del “plan de actuación” que se ha desarrollado en las últimas semanas en el barrio de Loreto después de tener que cortarse el suministro de agua potable a los vecinos ante la aparición de bacterias en las muestras de agua tomadas por parte de la empresa. En total, se vieron afectados unos 13.000 vecinos, y algunos de ellos estuvieron más de 13 jornadas sin agua en sus grifos.
Durante el encuentro los consejeros han puesto sobre la mesa dudas relacionadas con la fórmula de las analíticas, así como con las medidas paliativas y el plan previsto para subsanar las deficiencias de las instalaciones interiores comunes de la mayoría de los edificios del sector 2 de Loreto.
El gerente de Aguas de Cádiz, Juan Miguel Núñez, relató que los hechos comienzan el 29 de septiembre tras recibir, sobre las 20 horas, la llamada de los vecinos de la Plaza de la Fuente, que se quejaban de mal olor del agua. Por precaución, la empresa municipal tras certificar ese mal olor corta el suministro, para así analizar el agua. Al día siguiente, en las dos tomas realizadas en el entorno las analíticas dieron negativo, y no aparecen ni ecoli ni bacterias coliformes.
Aún así, se determina tomar muestras del barrio todos los días en 17 puntos distintos desde el 30 de septiembre. “Y no es hasta el día 13 cuando se reciben los resultados del día anterior dando positivo las analíticas en ecoli y coliformes”. Aún así, según el gerente de Aguas “las pruebas son extrañas” puesto que “además de las bacterias también aparece cloro y eso es casi imposible”. A partir de ahí se determina cortar el agua por precaución, aspecto que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) rubrica.
En dicha intervención se contabilizaban, según los suministros, alrededor de 2.671 viviendas afectadas y que entre las hipótesis que se barajaron, además de que estuviera el mal funcionamiento de un sistema contraincendio, se encontraba también que en una instalación de cualquier edificio hubiera una pérdida en un tramo enterrado dentro del edificio, de tal forma que crease una bolsa de agua en la tierra, que se convirtiera en fango y que en el momento en el que se le diera presión se repartiera por todo el barrio. El gerente coincide con Romaní en que “era como encontrar una aguja en un pajar, por lo que se decidió dividir en cuatro sectores”. En este sentido, una vez más, agradeció la colaboración de los vecinos porque “ha sido vital para cercar el problema”.
Por ello, añadió que la red general de abastecimiento se encuentra “en perfecto estado”, un aspecto que “revisamos en el primer momento en el que empezamos a trabajar y a sectorizar todo el barrio”.
Tras explicar, con las analíticas incluidas de todos los días, así como con las autorizaciones del SAS, el proceso de la división del barrio, y la restauración del suministro –poco a poco a partir del octavo día sin agua-, desde Aguas de Cádiz se manifiesta que “estamos ya cambiando las instalaciones intermedias que van desde la calle hasta los edificios” de la calle Hermanos Ortiz Echagüe; a la vez que “vamos a tener que eliminar el aljibe que existe en el barrio, un aspecto que pide la normativa de la Junta de Andalucía de 1991 y del que tendría que encargarse cada uno de los propietarios”. Por ello, en primer lugar ahora se están soterrando las instalaciones provisionales y trabajando en los edificios donde se ha localizado el problema.
Entre los datos ofrecidos durante el consejo de administración, se ha incidido sobre el número de garrafas repartidas en el barrio: 22.000; la entrega de 1.900 tickets para lavandería, el uso de ocho cubas para suministro del agua, o la puesta en marcha del servicio de duchas en instalaciones deportivas municipales, y la asistencia de las trabajadores sociales, entre otros aspectos.