El programa FSS (Fleet Solid Support) para Reino Unido superaba a mediados de noviembre otro hito crucial al finalizar la Critical Design Review (CDR), marcando la transición del diseño a la fabricación de estos tres buques logísticos para la flota auxiliar de la Royal Navy. Así, en este inicio de diciembre se ha celebrado el corte de la primera chapa.
Una simbólica ceremonia llevada a cabo en el astillero de Navantia UK en Appledore (Devon, en el suroeste del país), presidida por el mismo ministro de Industria de Defensa de Reino Unido, Luke Pollard.
¿Y por qué este acto a más de 2.300 kilómetros de la Bahía de Cádiz es noticia aquí? Pues porque se trata de contrato adjudicado a Navantia (en un consorcio junto a BMT), valorado en 1.600 millones de libras esterlinas y de más de 14 millones de horas de trabajo en Reino Unido y España, que salpica a Puerto Real, ya que parte de los bloques de esos buques militares se construirán en Matagorda.
De este modo, estos buques FSS (el primero ya se sabe que se llamará RFA Resurgent) ha comenzado a ser realidad en suelo británico al cabo de menos de tres años desde la firma del contrato y poco antes del primer aniversario de la adquisición de las instalaciones de Harland & Wolff (donde se construyó el Titanic) por parte de Navantia UK, filial de la empresa estatal española en Reino Unido; que se hizo con las actividades en sus cuatro centros de trabajo: Irlanda del Norte (Belfast), Escocia (Methil y Arnish) e Inglaterra (Appledore). En principio, los barcos deben estar listos y operativos en 2032.
“CUANDO NOS COMPROMETEMOS, CUMPLIMOS”
El CEO de Navantia UK, Donato Martínez, ha señalado al respecto que “en todos nuestros astilleros hemos trabajado incansablemente para alcanzar este hito. Es un día de orgullo para todo el equipo, cuyo compromiso nos ha traído hasta aquí. El programa FSS sigue cumpliendo en dos frentes: proveer una capacidad crítica para la Real Flota Auxiliar y crear una capacidad industrial soberana a largo plazo para el Reino Unido, gracias a la inversión en infraestructuras, tecnología y competencias. El corte de acero de es la prueba de lo que siempre hemos dicho: cuando nos comprometemos, cumplimos”.
Este inicio de la construcción marca así un hito en la apuesta de Navantia por Reino Unido y por el impulso de una industria naval local. “Esta colaboración entre Reino Unido y España es importante. En un momento en el que las naciones europeas afrontan retos comunes en materia de seguridad, una cooperación industrial como esta nos fortalece”, ha añadido por su lado el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez.
Appledore construirá las secciones de proa de los buques, que estarán formadas por tres bloques individuales. Además, en el centro de Navantia UK en Methil (Escocia) está en construcción una barcaza para el traslado de los bloques desde Appledore a Belfast. Mientras, en España (fundamentalmente en la factoría de Puerto Real, con apoyo del astillero de Ferrol) se construirán otros bloques que luego se trasladarán a Belfast, donde se integrarán.
Este programa es posible, se subraya en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, gracias a la inversión de Navantia UK en sus cuatro centros británicos, que permitirá la aplicación de las tecnologías de diseño y construcción 5.0 que Navantia está implantando ya en sus astilleros españoles, con la instalación de equipos de última generación, como cortadoras de plasma robóticas, una línea de paneles planos totalmente mecanizada y sistemas automatizados de control de calidad.
COMO DOS CAMPOS DE FÚTBOL DE ESLORA
Los tres buques FSS serán modernos buques de reabastecimiento de sólidos para la Royal Fleet Auxiliary, cada uno con 216 metros de eslora, equivalente a “dos campos de fútbol de la Premier League”, y 39.000 toneladas de desplazamiento. Serán los buques militares más grandes del Reino Unido, a excepción de los portaaviones de la clase Queen Elizabeth.
Estos buques suministrarán provisiones, municiones y suministros vitales a los buques de guerra de la Royal Navy en alta mar, mejorando la capacidad de ataque de portaaviones del Reino Unido y apoyando las operaciones de seguridad marítima en todo el mundo; permitiendo que la Royal Navy permanezca en el mar durante periodos prolongados sin necesidad de regresar a puerto.













