La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, junto a varios de sus concejales, se ha asomado a la Torre de la Atalaya, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), adosada a la Iglesia de San Dionisio, que fue objeto en 2024 a una primera intervención de consolidación y conservación de los elementos más deteriorados, gracias a fondos de la Diputación, unos 80.000 euros.
Esas obras de emergencia persiguieron proteger su integridad y frenar el deterioro de este monumento civil de mediados del siglo XV, de titularidad municipal, así como la elaboración de un estudio que ha permitido comprobar cómo se encuentra realmente este edificio, que en su día funcionó como torre vigía.
“La Torre se encontraba muy deteriorada, y con esta primera actuación que se hizo la estamos conservando y evitando un mayor deterioro; ahora, el siguiente paso será intentar seguir haciendo obras que permitan que los jerezanos la puedan disfrutar”, ha avanzado la primera edil del PP en esta visita.
La elaboración del citado estudio técnico, se detalla en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, ha permitido evaluar el estado del inmueble y, con ello, se podría proceder a la redacción de nuevas fases de obras (todavía sin fecha ni presupuesto), una que estaría centrada en el interior, en intervenciones de adecuación de accesos y de medidas de seguridad, y otra destinada a la rehabilitación de la zona exterior de esta Torre de la Atalaya.