El Servicio Andaluz de Salud (SAS) trabaja en un plan de reorganización de los equipos de pediatría en Atención Primaria “con el objetivo de mejorar la calidad asistencial, reforzar la continuidad de los cuidados y optimizar los recursos profesionales y tecnológicos” en beneficio de los menores y sus familias.
Una medida que, se asegura, “se hace teniendo en cuenta la recomendación de la Sociedad Andaluza de Pediatría”, aunque en el fondo es consecuencia de la falta de pediatras (especialistas centrados en la salud de bebés, niños y adolescentes).
Este plan comenzará a aplicarse a partir del 1 de julio en varios centros de salud de sevillanos y cordobeses, y en el caso de la provincia de Cádiz únicamente en Jerez, donde afecta al centro de salud de La Serrana: los profesionales de este ambulatorio se repartirán entre los centros de San Benito, Jerez Sur y Jerez Centro. Las familias recibirán una carta informativa con los detalles de la medida.
Básicamente, se detalla en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, consiste en la reagrupación de pediatras en centros con mejor dotación asistencial dentro de la misma localidad. El objetivo es pasar de dispositivos con dotaciones mínimas (de uno a tres pediatras) a equipos “más amplios, cohesionados y con mayor capacidad organizativa”.
Esta reagrupación “responde al contexto actual de escasez de especialistas en pediatría en todo el país, una situación agravada por jubilaciones, dificultades para la cobertura de ausencias y sobrecarga asistencial”, reconoce desde el Gobierno andaluz del PP.
“GARANTIZA UNA ATENCIÓN PEDIÁTRICA MÁS ESTABLE, COORDINADA Y DE CALIDAD”
De este modo, la idea es contar con un nuevo modelo que favorece el trabajo en equipo, permite una mejor organización de turnos y garantiza una mayor probabilidad de que las familias sean atendidas por profesionales de pediatría y atención infanto-juvenil, incluso en situaciones imprevistas.
La concentración de equipos pediátricos en un mismo centro de salud, se insiste, “conlleva una mejora sustancial en la atención a niños, facilitando la coordinación clínica, reduciendo el número de consultas no cubiertas o reprogramadas, y ampliando la disponibilidad horaria, especialmente en horario de tarde, lo que repercute positivamente en la conciliación familiar”.
Desde el punto de vista organizativo, en la teoría también permite reducir los tiempos de espera, facilitar la oferta de asistencia de tarde, mejorar el seguimiento de casos complejos, impulsar programas de salud infantil, fomentar la investigación y formación continua, y reforzar la coordinación con otros niveles asistenciales y recursos comunitarios.
Esta reorganización, “planificada de forma progresiva y evaluada de manera continua”, es “una medida estratégica para garantizar una atención pediátrica más estable, coordinada y de calidad, adaptada a los retos actuales, y centrada en el bienestar de la infancia y sus familias”, apostillan desde el SAS.