La reapertura del mercado de Federico Mayo, en la zona sur de Jerez, será el 23 de septiembre. Lo ha avanzado la alcaldesa, María José García-Pelayo, durante la inauguración de los murales artísticos que decoran ya la fachada de esta instalación pública que ha sido rescatada en respuesta a demandas de los propios vecinos, tras años cerrada.
Este espacio, dedicado a la compra “tradicional, próxima y directa”, ha experimentado una “remodelación integral” que comenzó el año pasado mediante la realización de una serie de obras de acondicionamiento (con un presupuesto de 12.000 euros); y con su reapertura tras el verano se ampliará la oferta comercial de esta zona de la ciudad.
Su docena de puestos habilitados (dos de pescadería; dos destinados a carnicería; y dos para frutas y verduras; uno de alimentación y bebidas; uno para panadería y pastelería; uno destinado a droguería y perfumería; uno para congelados; uno para herboristería y parafarmacia y uno para instalar una cafetería), salieron a licitación pública meses atrás, en régimen de concesión administrativa.
En los últimos días, además, personal municipal está trabajando en la mejora de la accesibilidad en el entorno del mercado, con la reparación del acerado de adoquín de la calle Pedro Sepúlveda y sus alrededores.
A decir de la alcaldesa del PP, con esta próxima reapertura “se consigue uno de los grandes objetivos de este equipo de Gobierno, cumpliendo con el compromiso de recuperación de este equipamiento público que favorecerá la reactivación económica del Distrito Sur y la cohesión social y cultural”.
MURALES PARTICIPATIVOS
Como paso previo a esa reapertura, la fachada principal de este inmueble que da a la calle Pedro Sepúlveda luce desde ahora una nueva estética con la finalización de diferentes murales, obras de los artistas locales Juan Aguilar y Luis Márquez; donde también han participado alumnos del colegio Federico Mayo “estampando sus manitas y dejando una huella en un espacio que también les pertenece”.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se detalla que se trata de dos diseños independientes donde se emplea la técnica del acrílico para simular el encanto de los azulejos tradicionales. Sus elementos están en consonancia con símbolos de esta localidad gaditana, como son los caballos o la uva, pero también queda patente la identidad de este barrio con un guiño a la Iglesia de San Rafael o a la afición por la cría de palomos.
Además, en la obra aparecen dos palabras clave (‘barrio’ y ‘compromiso’) unidas al código postal que se corresponde con Federico Mayo, el 11.408. Según los propios autores, la finalidad de su creación ha sido mostrar en ella un espíritu “a favor de la regeneración”.
Cada uno de estos murales en la fachada del mercado ocupa una dimensión de dos metros y medio de alto por doce de largo y han contado con el patrocinio de la Fundación Reale, “ya que se ajustan a su objetivo de impulsar proyectos que generan impacto positivo en la sociedad a través de la cultura”.
De esta manera, se sentencia desde el Consistorio, “el arte urbano se proyecta y se hace accesible a todos los públicos desde el exterior de una instalación que, igualmente, podrá acoger en su interior actividades relacionadas con el mundo de la cultura”.