El pasado agosto se conocía que el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía había anulado el pliego de condiciones lanzado por la Universidad de Cádiz para renovar el servicio de limpieza de sus dependencias en los cuatro campus de la provincia, lo que a su vez dejaba sin efecto el concurso público en marcha.
Se trata de un contrato licitado por hasta 9,9 millones de euros por dos años, que en mayo se adjudicaba Itelymp SL por unos 9,5 millones (la misma empresa que asume el servicio desde hace décadas).
Desde entonces, el comité de empresa con Autonomía Obrera al frente exige a la UCA, obligada a volver a licitar el concurso, que no lance un nuevo pliego para este servicio externalizado hasta reunirse con los representantes de una plantilla que sufre ya condiciones precarias.
Es más, AO advertía de que en la licitación tumbada se incrementaba en más de un 21% la dotación económica pero a la vez se recortaban 54.000 horas; “horas de trabajo sustraídas a las trabajadoras y recayendo el volumen de trabajo en un colectivo cansado de la continua precariedad a la que es sometido por los caprichos del responsable del servicio y la actitud sumisa de la actual empresa”.
MOVILIZACIONES DESDE AGOSTO
Con todo, ante la falta de reacción y de respuesta por parte de la UCA, ahora con Casimiro Mantell de rector, estas trabajadoras empezaron a movilizarse ya en verano con diferentes protestas y concentraciones para presionar y sacar a la luz pública la situación de un colectivo que ronda las 200 personas, encargado de la limpieza de aulas, pasillos, despachos, laboratorios, servicios… de los cuatro campus.
Así, entre sus proclamas están lemas como ‘Sin derechos no hay limpieza, sin limpieza no hay universidad’ o ‘Nosotras limpiamos, nosotras negociamos’.
Y ahora, tras más 60 días reivindicando su dignificación laboral “pisoteada por la UCA durante décadas”, han dado un paso más y esta semana han iniciado encierros, en principio tanto en el campus de Cádiz como en el de Puerto Real, arropadas por Autonomía Obrera y CCOO. Eso sí, de momento la opción de la huelga queda lejos, ya que con sus sueldos de menos de 1.000 euros en la mayoría de los casos “no nos lo podemos permitir”
“Los trabajadores del servicio de limpieza han sido históricamente considerados trabajadores de segunda y no valorados. Esto se manifiesta en los pliegos sucesivos, los cuales continuamente empeoran sus condiciones laborales”, añaden desde CCOO en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz; que señala directamente a la UCA y a su manera de proceder como “responsable directo del empeoramiento de la salud de esta plantilla”, sin obviar su “ninguneo” a los representantes sindicales que “recuerda más a tiempos antaño y no a los actuales”.
Con todas estas acciones, básicamente se reclama a una UCA de momento sorda que negocie con los sindicatos un pliego de condiciones que incluya “mejoras laborales tanto sociales como económicas, así como la recuperación de las horas y por consiguiente, puestos de trabajo destruidos que iba a provocar el pliego derribado”. “Las trabajadoras (la mayoría son mujeres) no van a consentir que la Universidad se esconda y no asuma su responsabilidad, también son parte de la comunidad de la UCA”, ha remarcado estos meses desde AO.

















