En defensa de las condiciones laborales, profesionales y retributivas del colectivo, pero también “en defensa de la sanidad pública, de su calidad y de su futuro”, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos y el Sindicato Médico Andaluz han convocado esta semana cuatro jornadas de huelga a nivel nacional los días 9, 10, 11 y 12 de diciembre.
Una movilización alentada en el caso de la provincia de Cádiz por su Colegio de Médicos, que considera que las reivindicaciones planteadas responden a “una situación sostenida de sobrecarga asistencial, deterioro de las condiciones de trabajo y ausencia de avances reales en la mejora del ejercicio profesional”, lo que está generando un profundo malestar entre los facultativos.
Y este jueves, en la tercera jornada de paros (con alrededor del 75% de seguimiento en la provincia, según el SMA, que igualmente critica los abusivos servicios mínimos establecidos por la Junta), se han celebrado manifestaciones por distintos puntos del Estado.
En Cádiz, la marcha tras la pancarta ‘Por un estatuto propio de la profesión médica y facultativa’ ha recorrido parte de la avenida principal de la capital desde la Subdelegación del Gobierno al Hospital Puerta del Mar, donde la mañana ha acabado con una sentada en la misma calzada, interrumpiendo el tráfico durante casi un cuarto de hora.
Entre los ilustrativos lemas de los manifestantes: ‘Curamos por vocación, nos explotan por obligación’, ‘Sin médicos no hay sanidad’, ‘Ministra, incluso tú necesitarás un médico’, ‘Hora trabajada, hora cotizada’, ‘Stop guardia de 24 horas’, ‘¿Quién cuida a quien te cuida?’ o ‘¿Dónde están los aplausos ahora que os necesitamos?’.
“NO PEDIMOS PRIVILEGIOS, EXIGIMOS RESPETO”
En el manifiesto del SMA leído durante la protesta, que aplaude a los compañeros que apoyan la huelga y a los designados como servicios mínimos, y se pide comprensión a la ciudadanía, se remarca que “el colectivo médico y facultativo atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia. Somos quienes sostenemos el sistema sanitario público, somos los profesionales que cada día garantizamos la atención médica y hemos dicho basta”.
En el mismo, recogido por DIARIO Bahía de Cádiz, se insiste en rechazar la reforma del Estatuto Marco presentada por el Ministerio de Sanidad: “tal y como está planteada, no responde a las necesidades reales del ejercicio médico ni a los retos del sistema sanitario público. No reconoce la singularidad de nuestra profesión, mantiene niveles inaceptables de temporalidad y no aborda los problemas estructurales de la jornada laboral”.
“Un Estatuto Marco que no garantiza la estabilidad, dignidad y seguridad jurídica de los profesionales compromete la capacidad del sistema para retener talento y ofrecer una atención sanitaria segura y adecuada”, se subraya.
Por ello, se exige “una negociación real con participación efectiva de los representantes de la profesión en una mesa de negociación propia”. Así como un Estatuto propio de la profesión “que reconozca la especificidad del trabajo del colectivo médico y facultativo, garantizando condiciones laborales dignas y estables”.
“Nuestra reivindicación no es corporativa; es una defensa de la sanidad pública, de su calidad, de su futuro y del derecho de la ciudadanía a recibir una atención de excelencia. No pedimos privilegios, exigimos respeto. No vamos a parar hasta conseguir nuestros objetivos”, se avisa.
Entre las demandas de los convocantes de los paros, compartidas por el Colegio de Médico de Cádiz están: una clasificación profesional acorde a la responsabilidad inherente al ejercicio médico; la regulación adecuada de la jornada laboral y del régimen de guardias; El cómputo de las horas de guardia para la jubilación y su remuneración, al menos, como horas ordinarias; y la eliminación de incompatibilidades injustificadas entre el ejercicio público y privado, garantizando que ambos puedan coexistir.
A su vez, desde la Asociación de Médicos Unidos por sus Derechos (MUD), que también alienta estas jornadas de presión, se insiste en que “no hemos convocado esta huelga de cuatro días por un interés corporativo. Lo hemos hecho para evitar el hundimiento del Sistema Nacional de Salud que la clase gobernante prefiere ignorar. Un sistema que se sostiene, de hecho, sobre jornadas ilegales, guardias encadenadas y condiciones que ninguna otra profesión aceptaría”.













