Tu casa debería ser el lugar en el que sientas confort, seguridad y paz. Es el espacio que está dedicado al descanso y a la intimidad, por lo que es necesario que esté acondicionado para que tengas calidad de vida.
Un hogar en buenas condiciones te aportará bienestar en varios aspectos de tu vida: reducirás el estrés, las relaciones interpersonales serán más armoniosas y hasta te puede ayudar a mejorar tu productividad en el trabajo o los estudios. Por eso es relevante que prestes atención al estado en el que se encuentra el lugar en el que vives.
La cuestión es cómo hacer para que el lugar donde habitas se sienta realmente agradable. Si te hallas incómodo en tu casa es posible que sea abrumador comenzar a reestructurarla, pero aquí tienes algunas recomendaciones para mejorar esa sensación.
No será necesario que hagas grandes gastos, solo el compromiso de terminar las tareas que a continuación te sugerimos.
Dale una oportunidad a las plantas
Es posible que conectar con la naturaleza sea algo difícil, si estás muy ocupados o si no sueles salir de casa más que para trabajo o estudios, por lo que las plantas de interior son una forma accesible y muy efectiva de hacerlo. Podrías contactar con un vivero de plantas Cepaflor para pedir recomendaciones respecto a estas compañeras silenciosas antes de adquirir una. Serán grandes aliadas en esta actualidad tan ajetreada. Su cuidado, observación o simplemente su presencia aportan calidad de vida por muy poco esfuerzo y dinero.
Los beneficios de tener plantas en casa son variados: alivian de forma natural el insomnio, limpian el aire, sirven de refugio emocional y te motivará a adquirir la responsabilidad de cuidar de un ser vivo. Requieren de mantenimiento mínimo, pero también de una constancia que te puede ayudar a sobrellevar la depresión o el estrés, con un compromiso liviano y que se podría sentir incluso como un acompañamiento silencioso.
Si tienes espacios al aire libre, como una terraza o un patio, las plantas de exterior son recomendables por los mismos motivos. Y si no puedes disponer de un espacio abierto, puedes colocarlas en las ventanas.
Mantén tus espacios limpios y ordenados
Un espacio limpio genera de inmediato bienestar y salud, tanto en lo físico como en lo emocional. Por ejemplo, disminuirá malestares de alergia al polvo, será agradable cocinar en un espacio libre de restos de grasa y dormirás en una que se sienta ligera.
Dedica al menos una vez al mes a limpiar en profundidad: mover muebles pesados, quitar la grasa de la campana de la cocina, limpiar las paredes de la ducha y otras tareas menos frecuentes en la limpieza. Durante una semana, puedes dedicar una hora diaria para limpiar una estancia diferente de tu casa, por lo que será mucho más fácil si planificas estas laboras. Los demás días del mes te dedicarías a la limpieza superficial y esto será suficiente como mantenimiento: barrer el polvo, tender la cama, limpiar suciedad de algún accidente, organizar rápidamente las cosas en su lugar, tender tu cama, etcétera.
Si son cosas que te puedas costear, un robot limpiador, una aspiradora seco-húmedo y un lavavajillas te ayudarán muchísimo y con una gran disminución del esfuerzo.
Y ya que estás limpiando: deshazte de todos los objetos que no uses. Los puedes vender, regalar o tirar a la basura, según veas lo conveniente. Sin darte cuenta, agradecerás en tu día a día tener una casa con espacio libre para circular o sin objetos revoloteando sin propósito por allí. Además, podrás seleccionar los sitios en los que ubicar tus plantas de interior sin que afecten a la armonía y la organización de los espacios que estás logrando.
Reordena los muebles para que sea más ergonómicos moverte. Presta atención a ese sillón que siempre piensas que te estorba para llegar a la cocina y muévelo a un lugar más cómodo para el tránsito, o la mesa de noche que está demasiado lejos de la cama para que la alcances sin levantarte. Debería ser fácil caminar y desenvolverte en tu propia casa. Evita que los muebles estorben los caminos que más utilizas en tu cotidianidad y que estén accesibles los objetos que deban estarlo.
Y si quieres añadir un toque extra, pinta las paredes e ilumina los espacios que sean más oscuros. Te dará una sensación de bienestar y amplitud muy significativa y con poco dinero.
Dedica un espacio para hacer ejercicio
El ser humano está hecho para moverse, no para estar en reposo. Esto se ha perdido gracias a las posturas estáticas en una silla o por pasar demasiado tiempo en cama. Tener objetos y espacios ergonómicos es importante para tu bienestar físico y disminuir los dolores propios de esta modernidad (como una buena silla y un buen colchón), sí, pero también lo es tener un cuerpo saludable: ¡muévete! Será tu mejor apuesta para que evites malestares musculares.
Salir a hacer ejercicio es lo más recomendado, debido al sol y la interacción social. Pero siempre será necesario tener un lugar en casa para que puedas ejercitarte, así sea un poco. Ten al menos un rincón para estirarte y moverte. Será de gran ayuda que lo hagas apenas te levantes de la cama y durante breves pausas que hagas a lo largo de la jornada. O si quieres un ejercicio efectivo para desarrollar musculatura, podrías comprar ligas de ejercicio, que son muy económicas y no ocupan casi nada de espacio.
El hábito será clave para que puedas ver mejoras en tu cuerpo, tu energía y tu higiene del sueño. Ese espacio dedicado a la actividad física te puede ayudar a dar un gran salto en tu calidad de vida, si te propones a disponer de él de forma constante.