Con más de dos años de retraso, el Ayuntamiento de El Puerto tiene por fin su Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), aprobado de forma definitiva en un reciente pleno. Se trata de un documento estratégico que, en la teoría, orientará las políticas municipales de movilidad para los próximos años, “y permitirá avanzar hacia una ciudad más accesible, eficiente y comprometida con el medio ambiente”.
“Más allá de discursos partidistas o intentos de confundir, el interés general de la ciudad está claro: El Puerto gana más con un PMUS aprobado y mejorable, que sin un documento estratégico que permita planificar a medio y largo plazo”, ha defendido el alcalde Germán Beardo tras este paso.
La aprobación definitiva llega “tras haber superado un proceso participativo y transparente”, se remarca en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Al respecto, se argumenta que tras la aprobación inicial el pasado marzo y su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), se abrió un plazo de 30 días para la presentación de alegaciones; y se recibieron hasta 121, “todas ellas estudiadas y respondidas de forma detallada en el informe técnico que ha acompañado al expediente”.
De hecho, la derecha en el Ejecutivo reitera que en su elaboración “ha contado con aportaciones de vecinos, colectivos, asociaciones y partidos políticos, recogidas en distintas fases de participación pública”.
Una afirmación que desmiente Ecologistas en Acción, que ya lamentó tras el visto bueno inicial meses atrás que se llega a este documento final sin que “se haya escuchado a la ciudadanía, se ha ignorado a los verdaderos expertos de esta ciudad, a la gente de El Puerto y a las asociaciones que realmente entienden sus problemas”. El periodo de alegaciones, añade esta entidad, “nada tiene que ver con la fase de participación, no hay una conversación entre las partes ni con la consultora encargada del plan”.
Así, para Ecologistas, este PMUS local “no recoge las verdaderas necesidades de movilidad del presente ni del futuro; es una oportunidad perdida y un despilfarro del dinero público”.
“UNA HOJA DE RUTA FLEXIBLE Y VIVA”
Mientras, desde el equipo de Gobierno del PP se sostiene que este plan “no es una norma de obligado cumplimiento, sino una hoja de ruta flexible y viva, que se podrá ajustar con el tiempo en función de las necesidades de la ciudad”. Y parece reconocerse que lo único que se busca con su demorada aprobación es dicho PMUS “es imprescindible para acceder a fondos públicos” para financiar proyectos relacionados con movilidad sostenible, transporte público, accesibilidad y ordenación del tráfico.
El extenso documento (que se puede consultar AQUÍ) incluye medidas para fomentar la movilidad a pie, en bicicleta, el transporte público o la movilidad eléctrica, entre otros. Y en uno de sus muchos apartados se detallan las estrategias y propuestas planteadas, incluyendo la correspondiente estimación presupuestaria, rondando los 25 millones de euros si se hiciera realidad al completo en los próximos años.
Por ejemplo, las estrategias de mejora de la movilidad peatonal y del espacio público supondrían casi 9,5 millones; la modernización del servicio de transporte público urbano (hoy día deficiente y precario al prestarse con la concesión caducada desde hace unos años) conllevaría más de 5,6 millones de euros; las actuaciones propuestas sobre el viario urbano y el estacionamiento absorberían unos 4,5 millones; o la llamada dinamización de la movilidad ciclista y en VMP contiene actuaciones por casi 1,8 millones.
Los municipios españoles con más de 50.000 habitantes están obligados desde hace unos años a implementar este Plan de Movilidad Urbana Sostenible, a partir de la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, que busca reducir las emisiones contaminantes derivadas de la movilidad.