Semanas después de que el Gobierno tripartito tumbara la propuesta de la derecha de conceder la Medalla de Oro de la Ciudad a una estatua, a la de la patrona, la virgen de los Milagros, el mismo PP, junto a Ciudadanos y el concejal no adscrito Carlos Coronado, como si no hubiera problemas más importantes y urgentes, han decidido unirse y recoger firmas para obligar a PSOE, Levantemos e IU a cambiar su postura al respecto.
Los socios del Gobierno tripartito del Ayuntamiento de El Puerto rechazaron en el último pleno ordinario, el de diciembre, una moción del PP para iniciar el expediente para la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad a una estatua, a la de la patrona, la virgen de los Milagros, con motivo del aniversario de su coronación canónica “así como por toda la labor social que desde la bolsa de caridad lleva a cabo la hermandad con los más necesitados”.
Semanas después, el mismo PP, junto a Ciudadanos y el concejal no adscrito Carlos Coronado (la oposición al completo), como si no hubiera temas y problemas más importantes y urgentes, han decidido unirse y recoger firmas entre los portuenses para obligar a PSOE, Levantemos e IU a cambiar su postura al respecto.
Esta recogida de apoyos para que dicha virgen obtenga la Medalla de Oro de la Ciudad por parte del Consistorio, busca el apoyo de la ciudadanía, colectivos, asociaciones y entidades que quieran adherirse a dicha solicitud que se volverá a llevar a pleno por dichas agrupaciones políticas con el respaldo de estas firmas.
Todo aquel interesado en mostrar su apoyo puede pasar por los grupos municipales en el Ayuntamiento, en horario de mañana o por la tarde en la sede del PP, o en las mesas que se instalarán en distintos puntos de la ciudad.
PP, Ciudadanos y el ex del PA esperan la respuesta y el apoyo de los portuenses “para que este reconocimiento tan merecido por nuestra patrona y por su hermandad vea la luz”.
La asociación Cádiz Laica ya le recordaba en su momento al tripartito sus compromisos de laicidad y respeto a la aconfesionalidad institucional, instándoles a rechazar, como así fue, esta “anacrónica” pretensión. “Es imposible que un objeto inanimado pueda haber prestado ningún servicio a la ciudad”, sentencia.
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