Sin sorpresas, el pleno extraordinario del Ayuntamiento de El Puerto convocado el miércoles aprobó de forma inicial el presupuesto municipal para 2026, elaborado en solitario por el PP.
Y respaldado con el único voto favorable de los populares, mientras lo rechazaron Vox, Unión Portuense e Izquierda Unida (“para no ser cómplices de la gestión del Beardismo, y su ejercicio de trilerismo político, de propaganda con números”, apuntó el izquierdista Bueno) y el PSOE se abstuvo argumentando que aunque es “poco valiente y técnicamente dudoso” incorpora algunas de sus propuestas.
Unas cuentas, que se elevan a más de 111 millones de euros sobre el papel (una cosa es lo que se presupuesta y otra lo que se termina gastando e ingresando), y que el alcalde Germán Beardo no duda en tachar de “históricas”, ya que “combinan un incremento notable de la inversión con una reducción de impuestos y mejora de los servicios públicos, la calidad de vida y las oportunidades”.
Para la derecha, reflejan la consolidación de “una etapa de crecimiento y transformación para la ciudad”, con “pilares fundamentales que se concretan en tres prioridades claras”: los vecinos, los barrios y proyectos para “seguir haciendo grande El Puerto”.
“DESCALIFICAR AL TEJIDO VECINAL ES DESCONOCER LA BASE DE LA DEMOCRACIA LOCAL”
Sin embargo, y pese a que el debate en el pleno fue menos tenso de lo habitual, no han pasado por alto las afirmaciones del primer edil del PP menospreciando la participación de las asociaciones de vecinos a la hora de elaborar el presupuesto ya que “tenemos la mayoría social, no tengo que preguntarles nada a tres dirigentes vecinales porque no nos van a condicionar”.
La Federación Local de Asociaciones Vecinales (Flave Sol y Mar) considera estas palabras de Beardo “inaceptables y preocupantes”.
En primer lugar, “porque muestran un desprecio explícito hacia la participación ciudadana organizada. La Flave no representa a ‘tres dirigentes’, sino a miles de vecinos de todos los barrios, que aportan su tiempo y conocimiento para mejorar la ciudad. Descalificar al tejido vecinal es desconocer la base misma de la democracia local”.
Y en segundo lugar, porque revelan una concepción de la gobernanza “alejada de los estándares contemporáneos”. A juicio de esta entidad, “los ayuntamientos que funcionan, los que obtienen mejores resultados, trabajan con su ciudadanía, escuchan, debaten, incorporan críticas y construyen proyectos compartidos. Gobernar sin preguntar no es eficacia: es aislamiento político”.
“Si realmente queremos una gran ciudad que avance, no se puede hacer sin la participación de las asociaciones que crean comunidad y ponen en común las necesidades vecinales”, subraya la directiva de la Flave en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Por ello, condena firmemente estas declaraciones y solicita al alcalde derechista una rectificación pública: “el movimiento vecinal no es un obstáculo, es una garantía de que la ciudad avanza con equidad, transparencia y conocimiento de los problemas reales”.
“ESTAS CUENTAS IGNORAN LAS NECESIDADES DE LOS BARRIOS”
Igualmente, la Flave asegura haber analizado los documentos “muy poco desarrollados y definidos” del próximo presupuesto municipal, y desde la mirada de los barrios, se considera que “no responde a las necesidades acumuladas de las zonas residenciales, periféricas y con mayores carencias, ni garantiza mejoras visibles en la vida cotidiana de la ciudadanía”.
“Tras años de abandono, nuestros barrios son de nuevo ignorados y se presentan unos presupuestos que siguen siendo insuficientes para una ciudad con graves déficits estructurales, especialmente en zonas como Sudamérica, Los Frailes, La Florida, Malacara–El Pinar, Las Nieves, El Tejar, Valdelagrana o los núcleos rurales. Y por si fuera poco -se remarca-, intentan engañar a la ciudadanía con cifras de inversión donde mezclan los presupuestos de limpieza, paisajismo y otros fines básicos de mantenimiento urbano”.
Así, se insiste en criticar que el proyecto presupuestario elaborado por el PP “no incorpora ningún proceso participativo real”. Las asociaciones vecinales, que conocen de primera mano los problemas de accesibilidad, alumbrado, seguridad vial, transporte, equipamientos y deterioro urbano, “no han sido consultadas al igual que nadie más de la ciudadanía portuense”, se reitera; aseverando que “una gobernanza eficiente exige trabajar con las asociaciones y con la ciudadanía de forma directa, ya que permite detectar necesidades que los despachos no ven”.
Pese a todo, la Flave expone que seguirá trabajando por los barrios, “de forma altruista como siempre, sin esperar nada a cambio” y “a pesar de este desprecio institucional”. “Exigimos unos presupuestos que respondan a las necesidades reales y unas instituciones que respeten y escuchen a quienes viven, cuidan y sostienen los barrios de El Puerto”, sentencia.














