Alrededor de una quincena de agentes de la Policía Local de Chiclana ha visto necesario relatar su “verdad” sobre el conflicto sindical que vive este cuerpo desde hace ya medio año. Denuncian públicamente prácticas de acoso, intimidación y presión interna por parte de otros compañeros de plantilla.
Los denunciantes dejan claro que no cuestionan el derecho a la legítima acción sindical, sino “las formas empleadas para llevarla a cabo”, al considerar que “se están utilizando actitudes agresivas, actos intimidatorios y comportamientos impropios de funcionarios policiales, que han derivado en faltas de respeto tanto hacia responsables políticos como hacia compañeros”. Y todo ello “está generando un grave deterioro del clima laboral”.
En concreto, este grupo de afiliados al Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (SPPME) en Andalucía, que reclama “un sindicalismo basado en el compañerismo y la responsabilidad”, manifiesta su desacuerdo con determinadas medidas de presión impulsadas por otras organizaciones, para lograr mejoras económicas.
“En el seno de la Policía Local -se explica- se viene desarrollando un conflicto derivado de diversas reivindicaciones planteadas por varios sindicatos; centradas fundamentalmente en el incremento de retribuciones económicas y en cobrar más dinero, se presentan como vinculadas a la seguridad ciudadana, si bien no guardan relación directa alguna con la mejora de la seguridad, pese a ser este el argumento reiteradamente utilizado de cara a la opinión pública”.
Y entre dichas medidas de presión al Gobierno local de PSOE-IU, que comenzaron durante la pasada Feria de San Antonio, se encuentra la negativa a realizar horas extraordinarias y otras actuaciones que “han afectado a eventos públicos y al normal funcionamiento del servicio”.
“CLIMA DE HOSTIGAMIENTO, COACCIÓN Y SEÑALAMIENTO PERSONAL”
En el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, aseguran que estas actuaciones han ido acompañadas de un clima de hostigamiento, coacción y señalamiento personal hacia quienes no secundan dichas medidas. De este modo, denuncian mensajes intimidatorios y vejatorios difundidos en grupos internos de mensajería (vía WhatsApp), conductas de aislamiento y menosprecio, así como episodios de acoso laboral. En una asamblea sindical, según relatan, llegó a escucharse la consigna literal: “boicot a los que vengan a echar horas”.
“Muchísimos agentes tienen conductas de aislamiento, exclusión y menosprecio, destinadas a quebrar la estabilidad emocional, profesional y social de los demás compañeros, con el fin de forzar un cambio de conducta, de opinión o de posicionamiento”, se lamenta.
Asimismo, señalan hechos “especialmente graves” como la difusión de información privada de un compañero a través de distintos canales, incluidos medios de comunicación y organismos públicos, así como publicaciones ofensivas dirigidas contra agentes que no comparten determinadas posturas sindicales.
“SÍ ESTÁ AFECTANDO A LA SEGURIDAD CIUDADANA”
Como consecuencia directa de estas medidas de presión, por ejemplo el fin de semana ya navideño del 19 al 21 de diciembre se produjo en la localidad una situación que este grupo de policías califica de “extrema gravedad”, al quedarse un turno sin ninguna patrulla operativa para cubrir el municipio debido a una baja masiva de agentes. Este hecho demuestra que el conflicto “sí está afectando a la seguridad ciudadana”, se sostiene.
El Sindicato Profesional de Policías Municipales de España concluye que la defensa de mejoras laborales y retributivas “no puede ni debe sostenerse sobre la intimidación, el señalamiento ni la puesta en riesgo de la seguridad de los ciudadanos ni de la dignidad de los propios compañeros”.












