La playa de La Barrosa, en Chiclana, atestada de vecinos y veraneante en estos días de calor, se encuentra a estas alturas de agosto con un perfil más propio de la primavera que del verano, “con un mayor desnivel entre la arena seca y la arena húmeda, llegando al punto más habitual de esta época del año, es decir, una menor diferencia de altura, entre septiembre y octubre”.
Con todo, el volumen de arena existente en estos momentos en la zona de arena seca y húmeda “es superior al pasado año, con más de 91.000 metros cúbicos más en toda La Barrosa, aunque repartido de forma irregular a lo largo de la misma”.
Son datos del informe elaborado para el Ayuntamiento por la empresa local Topgea Ingeniería, que analiza la cubicación de arena, tanto en la zona de arena seca como húmeda, así como en el cordón dunar y en el agua, se señala en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
EL ESCALÓN ACTUAL IRÁ REDUCIÉNDOSE DE CARA AL OTOÑO
La concejala de Playas, Ana González, ha destacado estos puntos del documento, recordando que el pasado 2020, el año del Covid-19, “llevamos a cabo un estudio de nuestras playas para conocer el aforo de las mismas”.
Y, a partir de ahí, de cara a conocer datos y actuar en la medida de las necesidades, “hemos continuado este estudio, que en el presente 2025 hemos ampliado al cordón dunar, a unos 200 metros mar adentro y al acantilado de la primera pista, de cara a conocer posibles desprendimientos y retroceso del mismo”, ha detallado esta edil del PSOE.
“Se han hecho distintos perfiles a lo largo del litoral -precisa-, y en todos se puede observar cómo la playa de La Barrosa aún no tiene el perfil ‘de verano’, que suele ser más tendido y plano, sino que hay una mayor diferencia de altura entre la arena seca y la arena húmeda, formándose un pequeño escalón”. En este sentido, “la dinámica indica que ese perfil propio del verano llegará entre septiembre y octubre, es decir, a final de la temporada estival”.
Por otro lado, se constata que se ha producido una acumulación de arena, tanto en el cordón dunar como mar adentro, “que podrá desplazarse a la zona de arena seca y húmeda con el paso de las semanas”.
A decir de González, estos datos “nos va a servir para ver si hace falta aportación o no de arena o llevar a cabo un perfilado de la playa, tal y como pedimos a Costas, que actuó a principios del mes de julio para reducir el escalón que existía”.
Ya en 2026, apostilla, “tendremos nuevos datos y así podremos comparar las zonas del cordón dunar, mar adentro y acantilado, que por primera vez se han analizado este año”.