CARTA AL DIRECTOR enviada por: Horacio Torvisco, de Alcobendas
El reciente fallo del Tribunal Supremo en el que se declara culpable al fiscal general del Estado por un delito de revelación de datos reservados, ha sido la gota que ha desbordado el vaso de la supuesta independencia política de ese Supremo. Un fallo que ha creado en la opinión pública española una preocupante inquietud y perplejidad, tal como ha transcurrido la vista y la estrambótica instrucción del caso, a lo que hay que añadir la división en el fallo entre los propios miembros del tribunal, algo que da qué pensar.
Lo que se ha percibido, en definitiva, es una confrontación entre poderes del estado desde sus respectivas ideologías, algo natural en un Estado democrático cuando se refieren al poder legislativo o al ejecutivo, pero no al judicial.
Abundando un poco más, simplemente recordar que el poder legislativo, el ejecutivo y sus respectivas ideologías, se someten periódicamente al escrutinio democrático de los españoles. El poder judicial y su ideología nunca. DIARIO Bahía de Cádiz











