Como gesto de aliento a la labor de la Guardia Civil, el rey Felipe VI ha bajado este viernes por unas horas a la capital gaditana, enfundado en su uniforme del Ejército de Tierra, para supervisar junto al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, las instalaciones de la Unidad de Formación y Doctrina de su Servicio Marítimo (nacido a principio de los 90 del siglo pasado), ubicadas desde hace meses en una de las naves de la antigua Altadis, suelos incorporados al recinto fiscal de la Zona Franca de Cádiz.
Tras los rutinarios honores al Borbón, la comitiva recorrió las instalaciones de este centro de referencia para la especialización marítima de la Guardia Civil.
Durante su visita asistió a una presentación sobre las actividades formativas del servicio y visitó varias aulas, entre ellas la de simuladores, la de patrón y la mecánica, donde reciben instrucción tanto guardias civiles como alumnos internacionales. En esta ocasión, el grupo incluía a miembros de la Gendarmería y la Policía Militar de Senegal que realizan formación técnica en Cádiz.
Antes de continuar, firmó en el Libro de Honor del centro y descubrió una placa conmemorativa. Y continuó la mañana acercándose al buque-aula en seco ‘Río Pisuerga’, antes de embarcar en el nuevo buque oceánico multipropósito de la Guardia Civil ‘Duque de Ahumada’, recorriéndolo desde la sala de náufragos y la cocina hasta los camarotes, el puente de mando y los sistemas de vigilancia.
Además, se llevó a cabo una práctica de navegación a bordo de una patrullera, que incluyó la persecución e interceptación de una supuesta narcolancha, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes de la Casa Real.
Junto a Felipe VI y Grande-Marlaska, en esta actividad han participado entre otros la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, y otros altos mandos del cuerpo; el delegado del Gobierno en Andalucía y la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Pedro Fernández y Blanca Flores; y el delegado del Estado de la Zona Franca de Cádiz, Fran González.

PREPARACIÓN TÉCNICA Y VALORES TRADICIONALES
El ‘Duque de Ahumada’ (en el que se han invertido unos 35 millones de euros, principalmente fondos europeos), incorporado al Grupo Marítimo del Estrecho, sustituye al veterano ‘Río Miño’ y refuerza la capacidad operativa del Servicio Marítimo de la Benemérita en la lucha contra el narcotráfico, la delincuencia transfronteriza y la migración irregular, tanto en aguas españolas como en misiones internacionales de la Unión Europea.
Por otro lado, la Unidad de Formación y Doctrina (habilitado en el conocido como edificio en cruz, en los suelos de la antigua Altadis) depende de la Jefatura de Enseñanza de la Guardia Civil y del Mando de Costas y Policía Marítima. Su labor se centra en la preparación técnica y en inculcar valores tradicionales de la profesión marinera (“el compañerismo, la capacidad de sacrificio, la lealtad, el respeto y cuidado de la mar y el deber de auxilio”), además de la formación en medidas de protección del medio marino.
El Servicio Marítimo de la Guardia Civil cuenta actualmente con cerca de 150 unidades navales, entre buques oceánicos, embarcaciones de altura, patrulleras medias y ligeras. Su despliegue abarca todo el litoral español y varias misiones en África occidental, con presencia en Senegal, Mauritania y Gambia.















