El empeño colectivo del Carnaval de Cádiz a ser reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, como ya logró el flamenco en 2010, tendrá que aguardar un futuro nuevo intento.
Y es que la próxima candidatura española a presentar por el Ministerio de Cultura ante dicha organización de Naciones Unidas en marzo de 2026 y que podrá ser discutida en la siguiente reunión del comité de evaluación de la Unesco, no será la del Carnaval de Cádiz, que se lleva preparando desde hace años tras el impulso dado durante el anterior mandato municipal y la implicación decidida de la Universidad de Cádiz.
Las comunidades autónomas presentes en la 97 Reunión del Consejo de Patrimonio Histórico, celebrada en Roma los días 23 y 24, han descartado la opción gaditana amparada por la Junta de Andalucía y han apostado por ‘Las danzas del Bien y del Mal. Los Pecados y Danzantes del Corpus Christi’ de Camuñas (Toledo), como la candidatura a defender por España.
Se trata de una celebración emblemática de la provincia de Toledo, con gran enraizamiento en el municipio, que representa la confrontación entre el bien y el mal. Su origen se sitúa entre los siglos XVI o XVII, asociada a la representación de los autos sacramentales. “El arraigo de esta manifestación a través del tiempo ha contribuido significativamente a fortalecer el sentido de pertenencia de sus miembros y consolidar la práctica como un símbolo de identidad cultural”, se sostiene.
LA JUNTA PERSISTIRÁ
Ante este varapalo, la consejería de Cultura y Deporte de la Junta, defensora en esta última Reunión del Consejo de Patrimonio Histórico de España de las fortalezas de la candidatura del Carnaval de Cádiz, “siendo actualmente la única con el expediente avanzado” tras la elección de la celebración manchega, ya asevera que continuará trabajando junto al equipo redactor “para llevarla al próximo Consejo”, que en principio no será hasta dentro de un año.
El Carnaval de Cádiz, que ya fue presentado ante el Ministerio de Cultura en 2021 para su inclusión en la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Unesco, cuenta con el apoyo del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, y así lo manifestó en un acuerdo de junio de 2022.
Hoy día, la fiesta por antonomasia de la capital gaditana (de Interés Turístico Internacional) está protegida desde 2019 como Bien de Interés Cultural (BIC), en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Actividad de Interés Etnológico, e incluida en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía, registro específico del patrimonio intangible de la comunidad andaluza.
El expediente de la candidatura, con el impulso inicial del Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz, lleva elaborado desde 2022 (en aquel otoño el entonces alcalde izquierdista lideró un acto en Madrid, en el Instituto Cervantes, para darle difusión), tras la implicación de la propia UCA, poniendo al frente de la coordinación de todo el trabajo a Francisco Perujo, quien ya se encargó del exitoso expediente para la candidatura del flamenco.
“El Carnaval es de todo Cádiz y para todo el mundo, la fiesta de la libertad en igualdad. No es una simple fiesta, para nosotros es una cosa muy seria, es un maestro de historia, de vida. Nos conecta con nuestros antepasados y con nuestros descendientes. Con la copla como hecho diferencial, se erige en herramienta de una colectividad que desde lo popular, desafía todo poder, toda regla, que pretenda controlarlo. Ya es patrimonio de la humanidad, lo que ocurre es que aún la Unesco no lo sabe”. Son algunos de los argumentos con los que el entonces alcalde (y carnavalero) José María González ‘Kichi’, presentó este reto.
“REÚNE EXCEPCIONALES CUALIDADES CULTURALES Y ETNOLÓGICAS”
Es una de las manifestaciones culturales inmateriales más emblemáticas, vividas y recreadas del Estado español. Se caracteriza por su fuerte carácter urbano, por su recreación emocional, humorística y relativista de la vida cotidiana y por su dilatada permanencia histórica, consolidando sus rasgos definitorios actuales en el último tercio del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX.
Este ritual festivo “reúne excepcionales cualidades culturales y etnológicas que lo hacen merecedor del valor universal que acredita la Unesco”, insisten desde la Junta. Entre sus méritos destacan la producción de formas particulares de hablar, declamar y cantar, la transgresión de los hábitos cotidianos y la proliferación de la sátira social y la crítica política.
La celebración carnavalesca de Cádiz constituye una expresión del patrimonio cultural de Andalucía y ejemplifica las manifestaciones socioculturales andaluzas, resultado contemporáneo de complejos procesos históricos que “han contribuido a configurar nuestra identidad cultural en el tiempo presente”.













