La Zona Franca de Cádiz, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento gaditano han dejado de lanzarse públicamente puyas, recados y reproches sobre el eternizado proyecto del nuevo hospital de Cádiz, y al fin se han visto cara a cara para abordar un primer paso: hablar sobre los suelos donde desde hace décadas está previsto este moderno complejo, que vendría a reemplazar al Puerta del Mar.
A esta esperada reunión celebrada en la tarde del jueves en la sede del Consorcio, tras un baile de fechas para poder contar con la presencia de la consejera de Salud, Rocío Hernández (en unos días en los que toda la oposición en el Parlamento pide su dimisión o cese tras conocerse los graves retrasos en el programa de cribados para la detección del cáncer de mama), se llega una vez que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (también próxima candidata del PSOE a la presidencia de la Junta), sorprendiera a todos semanas atrás, en otro giro de guion de este culebrón, anunciando que la Zona Franca cedería de forma gratuita sus suelos de la antigua CASA. Sin renunciar a los aprovechamientos urbanísticos correspondientes en la operación, claro.
Esta cesión sin coste, que curiosamente el mismo Consorcio tachaba de inviable meses atrás, pero que ahora sí contempla, era una exigencia (o excusa, según se mire) que en los últimos tiempos el Gobierno de Moreno Bonilla venía poniendo sobre la mesa para prosperar en esta promesa incumplida desde aquella famosa pancarta del ‘Juanma lo haría’ de la campaña electoral de 2018.
Tras unos días más de bronca entre el PSOE y la propia la Zona Franca, y principalmente el consejero de Presidencia, el jerezano Antonio Sanz (unos insistiendo en que ahora “la pelota” está en el tejado de la Junta, y el otro quejándose de la “pérdida de tiempo” y de que el anuncio de Montero es “un engaño”), por fin se filtró una carta del presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, en la que subrayando su “indudable compromiso” con el nuevo hospital, solicitaba a las partes implicadas “avanzar” con un encuentro “técnico”.
Dicho y hecho: en los siguientes días se pudo agendar esta cita, que este finalmente ha reunido al delegado del Estado en la Zona Franca, Fran González, acompañado por el director técnico y el secretario general del Consorcio, Felipe Martínez y Pablo del Río, respectivamente; a la consejera de Salud, Rocío Hernández, respaldada por diferentes técnicos de la Junta y por la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, Mercedes Colombo, y la delegada territorial de Salud, Eva Pajares; y al alcalde Bruno García, apoyado por su concejal de Urbanismo, José Manuel Cossi.
OTRA INMINENTE REUNIÓN TÉCNICA ULTIMARÁ LA CESIÓN
Según el comunicado conjunto remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, el encuentro ha discurrido “en un ambiente de diálogo y lealtad institucional”. Y ha servido para que la administración autonómica haya aceptado la propuesta de la Zona Franca.
Y poco más aporta la reunión de noticiable. Y es que los términos concretos del convenio de cesión de la parcela “se abordarán en una inminente reunión técnica entre las tres partes” para “avanzar y que se firme lo antes posible”.
La voluntad de Ayuntamiento, Junta y Zona Franca, se apostilla, es “simplificar y agilizar” al máximo este convenio para que no haya otros aspectos que lo puedan dilatar. Por ello, “se llevarán a un segundo documento todos los temas correspondientes a los aprovechamientos urbanísticos”, se sentencia.

PROMETIDO DESDE HACE DOS DÉCADAS
Este futuro nuevo hospital con 750 habitaciones y hasta 1.000 camas, presupuestado a la ligera en cerca de 500 millones (aunque todavía no se ha consignado ni un solo euro en las cuentas andaluzas para hacerlo realidad, pese a los recurrentes compromisos vacíos de la derecha) se supone que ya cuenta con su plan funcional, aprobado en marzo de 2023, curiosamente en la antesala de las elecciones municipales, aunque el PSOE todavía no termina de creerse que dicho documento exista.
Un nuevo Puerta del Mar que se viene prometiendo desde hace más de dos décadas, desde tiempos en los que el socialista Manuel Chaves presidía la Junta, pero quedó en el limbo por la crisis del ladrillo. Ya en 2018 el entonces candidato del PP, Moreno Bonilla, aseguró que “lo haría”; y llegó a San Telmo (gracias a Ciudadanos y a la ultraderecha), mas el aburrido tacticismo-partidismo es lo único que ha rodeado desde entonces este proyecto que, ahora, ve algo de luz.