A las puertas de unas fechas de consumismo hasta el extremo con la excusa de las navidades, y en la misma jornada en la que se enciende el generoso alumbrado extraordinario en Cádiz, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha vuelto a poner el foco en lo “escandaloso” que resulta que “en nuestra sociedad del siglo XXI sigamos viendo personas que viven y mueren en la calle por no tener un techo”; una sociedad “del consumismo y el derroche; individualista y egocéntrica; tecnológicamente muy avanzada pero muy pobre ética y moralmente”.
Una sociedad, insiste la Apdha, en la que “se están perdiendo los valores de cooperación, solidaridad y empatía, sustituidos por una competencia feroz y un egoísmo extremo; en la que se consideran modelos a imitar a los ricos y poderosos, sin ni siquiera valorar los medios por los que han llegado a ese puesto, en vez de admirar y aprender de las personas ricas en valores que revierten al bien común. Una sociedad y una parte mayoritaria de los representantes políticos que miran hacia otro lado ante esta cruel realidad; que olvidan a los últimos de los últimos”.
En este contexto, no obstante, se reconoce que en la ciudad de Cádiz la situación de los sintecho “ha mejorado algo” a lo largo de los años, “debido a la presión y continua exigencia de los colectivos sociales”, aunque “sigue siendo muy deficiente”.
Desde el año 2010 se vienen haciendo censos bianuales en la capital gaditana. En el último, realizado en 2023, se contabilizaron 117 personas en situación de calle. Para la Apdha, una ciudad de 110.000 habitantes “tendría que tener recursos suficientes para proporcionarles un techo”. Es más, “a ello están obligadas las administraciones públicas según recoge el artículo 47 de nuestra Constitución, pero, como en lo que se refiere a otros derechos, se ignora”.
“TENER UN HOGAR ACERCA A LA REINCORPORACIÓN A LA SOCIEDAD”
“Tener un techo es esencial para desarrollar una vida digna y no estar obligado a dedicar tu esfuerzo a la supervivencia diaria. Asimismo, permite el acceso a otros derechos que se ven cercenados sin un domicilio, como a la intimidad, a la salud, a la seguridad física y mental, o a la obtención de ayudas”, se recuerda en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
En este sentido, una vez más, se exige al Ayuntamiento que trabaje para que nadie viva en la calle, proporcionando un hogar “a la mayor brevedad” a todos los sintecho de la ciudad: “lo consideramos posible si se priorizan debidamente los presupuestos”; una medida “imprescindible mientras se desarrollan actuaciones más integrales e individuales que les permitan una completa autonomía y su reincorporación a la sociedad”.
Para ello, se añade, “deben adecuarse espacios residenciales que los acojan 24 horas, bien en edificios públicos, viviendas compartidas u hostales”, y además, aumentarse el cupo de viviendas sociales para este colectivo. Y, se afirma, debe terminarse con la actual rotación en los “escasos recursos existentes” (las instalaciones que funcionan como albergues) que “les proporcionan cama unos días y vuelta a la calle por unos meses”.
MEDIDAS URGENTES A LA ESPERA DE TECHO
Y mientras se avanza en esas líneas, la Apdha propone públicamente al Gobierno local de Bruno García, que se habiliten ‘refugios climáticos’ para la protección de estas personas en fechas con condiciones climatológicas adversas (frío, calor, lluvias…); y que se amplíen los recursos enfocados al colectivo por toda la ciudad (habitacionales, comedores, de higiene, taquillas…) y todo el año, también en verano y fiestas
Entre otras medidas, se insta al Ayuntamiento al aumento de la plantilla del equipo de calle que permita la atención completa de las personas sin hogar guiándolas en su reincorporación social, y la creación de un equipo de salud mental coordinado; a la municipalización de los servicios de atención y la simplificación del acceso a los distintos recursos y ayudas; a contar con un recurso de alojamiento específico para pacientes posthospitalizados; a barajar protocolos de prevención para detectar el riesgo de sinhogarismo en cualquier ciudadano; y a lanzar campañas de sensibilización para erradicar la aporofobia.
“La situación de las personas sin hogar es un problema solucionable que las diversas administraciones tienen la obligación y la capacidad de resolver priorizando el gasto público en urgencias como esta y no derrochando en asuntos innecesarios, inútiles o incluso dañinos”, sentencian desde la Asociación Pro Derechos Humanos, que no deja de subrayar su empeño de que “nadie viva en la calle por no tener un hogar”.













