Pablo Otero ha sido despedido como director de la residencia de mayores Fragela parece que por supuestas malas prácticas con los trabajadores y presuntas irregularidades en la gestión; cargo que compatibilizaba con su responsabilidad en el Ayuntamiento como concejal de Asuntos Sociales.
A este punto se llega meses después de que este edil del PP fuera denunciado por vulnerar los derechos laborales de la plantilla de este geriátrico frente al Gran Teatro Falla, reprimiendo la conformación del comité, y de que incluso fuera suspendido de empleo y sueldo.
Al respecto, Adelante Izquierda Gaditana e Izquierda Unida (integrante de la misma coalición) ya han pedido públicamente, por separado, aclaraciones sobre esta cuestión, y alguna respuesta por parte del alcalde Bruno García.
“SI NO ES APTO PARA DIRIGIR UNA RESIDENCIA DE MAYORES MENOS PARA ESTAR AL FRENTE DE ASUNTOS SOCIALES”
Por un lado, al portavoz municipal de AIG, David de la Cruz, no le sorprende este despido procedente de Otero, tras lo que se viene conociendo desde primavera. Pero, no obstante, exige conocer qué ha sucedido en este centro de mayores privado-concertado (a cargo de la Fundación Fragela) para que se prescinda de “una persona que, hay que resaltar, es la máxima responsable de una delegación tan importante como la de Asuntos Sociales, que es la que debe blindar y proteger los derechos sociales de los vecinos de Cádiz”.
“Queremos saber qué ha pasado porque consideramos que si alguien no es apto para dirigir una residencia de mayores menos lo es aún para estar al frente de una delegación como la de Asuntos Sociales, en un Ayuntamiento como el nuestro. Se está hablando de cosas muy graves sobre el despido de Pablo Otero y, en caso de confirmarse esos supuestos hechos o de que no se quieran dar las explicaciones pertinentes, esa persona no debería seguir desempeñando esas funciones en el Consistorio”, mantiene De la Cruz
Al hilo, en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, esta formación de la oposición recuerda que hace ya seis meses defendió que “alguien que persigue los derechos laborales no puede ser cargo público”, porque “uno es concejal y cargo público las 24 horas del día y en cada espacio de su vida”.
“El tiempo nos da la razón, y el máximo responsable de los Asuntos Sociales ha sido despedido de forma procedente tras un periodo en el que fue apartado y suspendido de empleo y sueldo. Ahora -reitera el portavoz izquierdista- exigimos explicaciones, porque nos preocupa la gestión de una delegación municipal tan importante como la que dirige una persona que ha demostrado no ser apta para estar al frente de un centro de personas mayores”.
Además, tras pedir ya la dimisión o el cese del concejal el pasado mayo, recuerda que Bruno García arremetió contra su AIG, acusándolo de realizar “ataques personales”. “Que se vulneren los derechos de trabajadores, que se les niegue que conformen un sindicato, que se les mienta y sufran cuando van a su puesto de trabajo sí es una cuestión personal. Por supuesto que lo es, y también debería serlo para el alcalde”, sostiene De la Cruz.
“SI EL ALCALDE NO ACTÚA, SERÁ CÓMPLICE DE LOS COMPORTAMIENTOS DE SU CONCEJAL”
De la misma manera, para IU resulta “inadmisible” que un cargo público pueda ser sospechoso de actuar de esta manera, “lo cual le impediría por cuestiones éticas gestionar lo público”, pero, además, estos comportamientos “están explicitados como inhabilitadores en el Código de Buen Gobierno del Ayuntamiento al que todos los concejales están sometidos”.
Por ello, para esta formación, mientras que no se aclare este asunto, “Bruno García debería de actuar de forma contundente y cesar temporalmente a este concejal, en caso contrario, el propio alcalde será cómplice de unos comportamientos que no deben de permitirse en un responsable político municipal”.
Ahonda IU, que en su momento, al comprobarse la participación directa de Pablo Otero en el despido de una trabajadora por convocar elecciones sindicales en la residencia, “ya era motivo suficiente para que se le apartase de la gestión municipal”, por lo que estas sospechas y la falta de claridad en torno a lo que ha sucedido, “son más que suficientes para que el alcalde no se ponga de perfil como en otras ocasiones y actúe”.
“Por desgracia, ni es la primera vez que el alcalde del PP no mueve ficha en este tipo de situaciones, ni es el primer concejal que se ve en asuntos controvertidos de este cariz o conflictos de intereses”, añaden los izquierdistas, poniendo como ejemplo el conflicto de intereses de la actual concejala de Vivienda en el caso de ‘Casitas Bajas’.













