El Ayuntamiento de Cádiz está ultimando una “estrategia global” en materia de movilidad que se pondrá en marcha a corto, medio y largo plazo, con el objetivo de crear más plazas de aparcamiento en la ciudad, donde aparcar es hoy, como ayer, toda una odisea. Una apuesta clara del Ejecutivo municipal de Bruno García por el vehículo privado frente al refuerzo y mejora del transporte público (bus urbano y metropolitano, o la demanda de la potenciación del Cercanías y Trambahía).
Esta estrategia, se remarca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, nace “tras realizar un exhaustivo análisis sobre la situación de los aparcamientos y de los estacionamientos regulados”.
La iniciativa tiene cinco acciones. La primera de ellas es habilitar dos aparcamientos “tácticos o provisionales” con los que se sumarán 238 plazas gratuitas de forma temporal. Uno de ellos estará ubicado en el solar de Navalips con 200 plazas, después de que la entidad Sepides (propietaria de parte de esta parcela en extramuros donde se proyecta un futuro nuevo barrio) lo haya cedido transitoriamente; y el segundo estará en el abandonado Campo del Cura (entre las calles Barbate y Amiel, y la avenida del Perú, también en la zona de Puertatierra), con 38 plazas.
Por otro lado, el Gobierno local del PP tiene en mente la creación de nuevos parkings a largo plazo. Uno de ellos, el de la Muralla (con unas 1.000 plazas), irá debajo de la zona verde proyectada desde hace años junto a la estación de trenes en la plaza de Sevilla.
Otro de los aparcamientos futuros será el dibujado bajo el nuevo Pabellón Portillo, con 389 plazas. Y también se proyecta otro en altura de la avenida de Astilleros.
Más próximo en el horizonte sería la puesta de una vez en funcionamiento del aparcamiento situado bajo la plaza del Hospital Segunda Aguada, con 90 plazas para residentes; parking que ha vuelto a exigir recientemente el PSOE.
SE REPENSARÁN LAS ZONAS VERDE Y NARANJA
La tercera medida de esta estrategia es la reordenación en aquellos lugares en los que sea posible y en los que se cambiarían los estacionamientos de cordón a batería “permitiendo ganar algunas plazas”.
También se contempla un “estudio profundo” sobre las zonas de aparcamiento regulado en toda la ciudad que se espera que esté listo a finales de este año 2025. Hasta el momento se han ido habilitando zonas para residentes (zonas verde y naranja) según la demanda realizada por los propios vecinos.
Y la quinta acción que se llevará a cabo por parte del Ayuntamiento es la retirada de vehículos abandonados por toda la ciudad. Se calcula que podría haber hasta 150 en la actualidad.
Toda esta estrategia, “que tiene como principal objetivo ser más eficientes y sostenibles en materia de aparcamiento”, se remarca, se va a llevar a cabo en paralelo a la próxima puesta en marcha de la obligada, y demorada, Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que implicará al casco antiguo y al paseo marítimo.