Apenas quedan dos semanas para que levante telón el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2026), con todas las entradas ya vendidas para las diecisiete noches clasificatorias. Y haciendo un último repaso a sus retocadas bases, un técnico de la concejalía de Fiestas y Carnaval ha reparado en algo: dentro del capítulo V, en el artículo 21 referido a los premios, se ha añadido una disposición adicional a la que no se le está dando la publicidad suficiente.
“¿Qué esconden?”, ya se pregunta desde hace un rato la oposición, en modo piloto automático navideño.
Aquí está DIARIO Bahía de Cádiz para sacar a la luz lo que otros no quieren que sepas, ejem. Se trata de una iniciativa que busca “adaptar el Falla a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías”: un nuevo galardón que puede que esté más reñido que colarte en un bus urbano de la línea 1 en hora punta, mientras rezas para que no se le queme el motor subiendo la Cuesta de las Calesas.
El Ayuntamiento, organizador único del COAC, haciéndose eco de un clamor popular, ha decidido crear el Premio al Mejor Repertorio Elaborado con Inteligencia Artificial, en su firme compromiso por poner en valor la importancia de las coplas pescaítoenblanco y destacar la creatividad de ChatGPT, Google Gemini, DeepSeek y sucedáneos. “No se le pueden poner puertas al Campo… del Sur”, reconoce un asesor de la concejalía que en el año 83 salió de figurante en un romancero de Paterna.
Este flamante premio, abierto a patrocinio “por alguna empresa que todavía no haya entendido muy bien qué es la IA pero le suene moderno”, está enfocado a aquellas agrupaciones que se suban a las tablas y suelten letras creadas en hasta un 90% con herramientas “de esas de inteligencia artificial omnipresentes”; obviamente, en su versión gratuita “porque la inflación está como está, no es plan de gastar en pamplinas”, recalcan fuentes cercanas a la oreja, pero no te arrimes tanto, porfavó.
Las bases concretas de este necesario reconocimiento precisan que se valorará especialmente que el autor o autora de comparsa, chirigota, coro o cuarteto “tenga la poca vergüenza de firmar las letras como propias y registrarlas en la SGAE”, así como que estas coplas inhumanas mantengan una clara esencia artificial: “que se note el pellizco autómata, pero también que huelan a bajante, suenen a lavaero y que respiren Caleeeeetaaa, o como poco ubiquen Loreto en Google Maps”. Las rimas en coñeta suman triple.
PREMIO… A LA CÁDIZ DEL MAÑANA
¿Y el premio? De entrada, para 2026 se descarta ligar este galardón a un trofeo que “luego solo te coge polvo en la estantería” o una dotación económica, ya que “el dinero no da la felicidad”, argumentan desde la concejalía, tras consultarlo con Intervención. En su lugar, la agrupación que gane este primer Premio al Mejor Repertorio Elaborado con Inteligencia Artificial será agraciada con un tour en bus descapotable de los coloraos por la Cádiz del mañana, o pasado mañana.
Un garbeo guiado por el mismo alcalde Bruno García, y su casco, por “sus obras, proyectos y planes, y alguna cosilla pendiente de la Junta”, anunciados y reanunciados catorce veces, que “no nos enteramos”. El recorrido incluirá paradas estratégicas “donde algún día irá algo, o no”, con explicaciones detalladas y promesas en tiempo real, lo que convierte el premio en “una experiencia única e irrepetible”, tan virtual como si esa futurible ciudad la generara el amigo ChatGPT.
La iniciativa (que en sucesivas ediciones podría incorporar subcategorías para la prensa y su mejor crónica del COAC redactada sin orejas ni manos por el señor IA, y para los tontos de tuiter y su mejor comentario plagiado de otro tuitero-entendido que antes sacó el chascarrillo ingenioso preguntando a la señora IA) ha suscitado una mijita de reacciones encontradas en el submundo carnavalesco que se ha llegado a leer hasta el final las bases del Falla 2026, sin esperar a que saquen la serie en Netflix.
Mientras dos o tres autores de Salobreña han mostrado su rechazo frontal, otro cuarto y mitad reconoce con resignación robótica que “total, si como los inescrutables sombreros de comparsa, desde hace décadas se escuchan pasodobles y cuartetas de pupurrí clónicos que parecen escritos por una máquina, al menos ahora será oficial. Y con diploma”.












