Autonomía Obrera ha puesto el foco en “el estado lamentable” en el que se encuentra el Espacio Entrecatedrales, bajo el mirador del mismo nombre, en el Campo del Sur de Cádiz, gestionado por la concejalía de Cultura y Patrimonio.
“Es un capricho y antojo de la concejala Maite González y sus políticas de escaparate, que está provocando irregularidades y sometiendo a las trabajadoras a realizar sus funciones totalmente desprotegidas de las mínimas normas legales”, denuncia esta sección sindical.
En la información de AO recogida por DIARIO Bahía de Cádiz se remarca que Entrecatedrales “ni tiene evaluación inicial por parte de la concejalía de Cultura, ni por parte de la actual adjudicataria se han acercado a realizar la correspondiente evaluación de riesgos laborales para acondicionar y asegurar la salud de su plantilla que está prestando servicios; eso sí, les han hecho firmar una serie de documentación donde su salud laboral es sólo una estética de cara a la galería”.
Al respecto, se incide en que en este espacio museístico dedicado al pasado fenicio “se soportan temperaturas extremas de calor; el cuadro eléctrico en épocas de lluvias se moja por completo, existiendo goteras; no existe señalización preventiva para visitantes; las reparaciones que se realizan de canaletas son sostenidas por bridas de plástico; o su falta de cerramiento provoca situaciones de vandalismo a diario que lo hace totalmente insalubre”.
“Todo un despropósito en cuanto al cumplimiento de la normativa legal para abrir un centro al público y al desarrollo de una actividad laboral”, se repite.
“EL ÁREA DE CULTURA, COMO UN CORTIJO”
Al tiempo, este sindicato denuncia que el Ayuntamiento pretenden prestar servicios de manera estructural en este espacio, pero el mismo no aparece en la relación de servicios a prestar por Cultura: “y aún es más grave cuando se quiere realizar a costa del personal estructural de otros centros, trabajadores que no se sustituyen y en unas condiciones precarias para la salud laboral, y modificando sus condiciones diariamente, de forma contraria a la legalidad vigente”.
De este modo, AO concluye tachando esta gestión de “todo un despropósito” que sobresale “la política de escaparate de la concejala de Cultura y de Patrimonio, a quien le trae sin cuidado el cumplimiento de las normativas más básicas con tal de tener una foto en la prensa y en las redes sociales de la apertura de este centro”.
“Son los trabajadores los que sufren los caprichos de Maite González, que dirige su concejalía como un cortijo donde los antojos y las ocurrencias políticas prevalecen frente a cualquier normativa”, se apostilla.